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*:・゚✧-ₒₕ, yₒᵤ... ♡·*:・゚✧


Jamás podría olvidar sus verdaderos sentimientos, poco a poco sus ojos eran guiados por un camino, uno de los varios que tenía delante, servidos cómo plato caliente pero, que si pasaba de ellos, se cerraban dejando consecuencias crueles.

Uno de los tantos escenarios imaginarios de ___ mientras caminaba, dándose cuenta de que por fin llegó a su destino.

Buscó en su celular la dirección que le había enviado Kenma. Según el rubio, Kuroo tenía muchas ganas de verle.

___ checó la descripción que coincidía a la perfección. Una enorme casa, con patio delantero y trasero, junto a una piscina.

La puerta se abrió, era Kenken "Pasa." dijo con su baja y suave voz, haciéndole lugar.

Parecía un castillo.

"¡Linda!" la característica voz animada del moreno se escuchó, pero al contrario no le dio tiempo a voltear cuando fue abrazado fuertemente.

'¿Linda...?' pensó, seguía pensando que era sospechoso.

Sin embargo, correspondió al abrazo con mucha naturalidad fingida.

"¿Me extrañaste?" preguntó alargando las últimas sílabas, de forma divertida.

A cambio, el pelinegro le apretó aún más entre sus brazos, a nada de colgarse entre risitas maliciosas.

Kenma los ignoró con obviedad y pasó de ellos, dirigiéndose a lo que probablemente sería la cocina. "¿Qué les gustaría comer?" En vez de abrir el congelador tomó su celular, dispuesto a pedir.

Por supuesto aprovecharon que los padres del rubio no están en la casa.

"¿De casualidad tienes trajes de baño?" ___ dio la iniciativa a lo que tanto esperaba.

Eran solo ellos tres, pero podían divertirse con sus tonterías más que en cualquier fiesta.

___ tomó la prenda y fue a cambiarse en el baño con algo de emoción, no recordaba la última vez que se metía en una piscina limpia y grande.

Salió a paso tranquilo hacia el patio trasero, con una mesa bajo techo, al fondo una piscina rodeada de pasto pero con un camino de suelo.

Kenken se estaba cambiando y ___ pensaba en ir a molestarlo, pero su vista atrapó a Kuroo de espaldas en la punta de la piscina, terminando de inflar con una máquina una orca inflable.

Intentando no hacer ruido, corrió y lo empujó de espaldas, recibiendo a cambio un cariñoso "¡Maldita!" antes de zambullirse en lo ondo del agua.

___ rió y se giró dispuesto a seguir inflando la orca.

Una vez terminada, la tiró sobre la cabeza del pelinegro que andaba tirándole agua.

Kenma llegó después de ponerse protector solar, a lo que ___ lo tomó del brazo y lo atrajo suavemente hacia las pequeñas escaleras.

"Cuidado, no te lastimes~" murmuró para proseguir en tirarse encima del más alto que los esperaba.

En la orca cabía solo una persona y tal vez un niño, pero se las ingeniaron para molestar al teñido.

Kuroo hizo señas con sus manos a ___, que entendió al instante.

El pelinegro se subió a la orca inflable y se sostuvo de las manijas que tenía a los costados, se movió un poco para empujarla hacia abajo y que ___ pudiera empujar a Kenken arriba también.

"¡Hey! ¿¡Q-qué hacen!?" se quejó dándole manotazos al pelinegro que tenía enfrente, pero ___ lo calló "No teníamos opción..." con exagerado drama en su tono, en un abrazo que lo dejaba sin movilidad.

Kuroo se divertía intentando conducir la orca, mientras era abrazado por ___ que aplastaba a Kenken entre los dos, este último tenía una muy mala cara, pero se dejó de quejar.

Hicieron cualquier tontería que se les ocurriese en el agua, casi siempre implicando molestar a Kenken.

Pero cuando el día llegó a la tarde noche, un fuerte viento empezó a golpearlos, haciendo que se fueran inmediatamente.

Ya adentro, ___ habló mientras degustaba unas galletas que encontró. "Entonces, ¿van a bañarse?" Ambos sorprendentemente asintieron.

"Yo iré primero." Kenma tomó sus cosas con rapidez para no escuchar quejas de los otros dos. ___ lo miró mal mientras el pelinegro reía entre dientes.

"¿Vamos a ver su habitación?" sugirió ___ cuando el rubio se metió en el baño. Kuroo asintió con emoción.

Ambos con esas sonrisas traviesas.

Subieron al piso de arriba, dónde estaba dicha habitación. Pero era completamente simple, con paredes blancas, una cama envidiablemente grande, una computadora de escritorio y una televisión.

___ se tiró en la cama bruscamente mientras el otro se sentaba, investigando el televisor con el control.

Tenía Netflix.

"¿Qué haces?" preguntó ___ después de unos minutos viéndolo pasar películas.

"No hay nada interesante." Se quejó, a lo que puso una al azar.

___ ya se había interesado en la película cuando Kenma salió del baño, a lo que tuvo que correr antes de que el pelinegro se de cuenta.

Se bañó con rapidez para seguir viendo, parecía un romance pero sin la comedia que acostumbra, era increíblemente trágico con dos protagonistas tóxicos.

Podía escuchar los gritos de las discusiones que tenían desde la ducha.



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