Mi hermana es mi mate

Capítulo 10.

Un amor en ascenso.

Odiarte se volvió una necesidad, una irremediable, pero me sigo preguntando ¿cuándo terminare con este agobio?, ¿cuándo podre llorar todas mis penas?, las dos hemos vivido en un juego de mazas y garras, nos manejan a su antojo y no hacemos nada al respecto. Por eso te odio, a mi me obligan a recordar todo, pero a ti te cuidan, tu juego siempre ha sido más fácil y detesto mas el necesitar tu apoyo para salir del agujero en el que nos metieron. Lamento tener un odio tan débil, si fuera como tú, quemaría a mis demonios, pero no puedo, no puedo odiarte por ser tan buena persona y por eso seguimos aquí, en una guerra, que nunca fue nuestra.

―¡Porque sigues, subestimándola! ―Grito un hombre alto y fornido. ―¿Disfrutas perder ante ella?, porque francamente yo no ―Dijo tomándola del mentón mientras la dejaba en las brazas, la mujer cerro los ojos intentando no gritar por las quemaduras que le causaba.

―No volverá a pasar. ―Respondió, con voz débil, mientras lo veía fijamente.

―Mas te vale Carun. ―Dijo aquel hombre imponente, de nula estabilidad emocional, desapareciendo de la cueva dejando a Carun en el piso con quemaduras.

―Maldito infeliz. ―Pensó mientras intentaba pararse, cuando lo logro, comenzó a caminar con ayuda de un bastón,  con dificultad ya fuera de la cueva, fue rumbo al bosque y a lo lejos vio una cabaña. ―Jamas te lastimaran de eso me encargare, te pido que me esperes y no me odies, no podría con el dolor que eso me causaría. ―Dijo mientras veía a una niña pelirroja de ojos azules brillantes.

―Todo esta listo. ―Comento un hombre.

―Perfecto, aun falta lo mejor, espera y veras Kandra. ―Dijo afligida tomando sus cosas...

Mientras tanto.

Ilsa y Jayson se quedaron abrazados mientras dormían, sin notar que alguien los observaba, Ilsa abrió los ojos y noto una sombra.

―¿Qué pasa? ―Pregunto Jayson

―Me pareció ver... Nada. ―Dijo recargándose en el pecho de Jayson, pero escucho su teléfono sonar.

―Aj, no puede ser ―Comento Jayson mientras rodaba los ojos, mientras veía la sonrisa de Ilsa, por su comportamiento de niño chiquito, ella se paró por su teléfono y contestó.

―¿Quién habla?, ¿Bueno?

―Ilsa

―¿Matt?, ¿sucede algo?

―¿Que no te llego la invitación?

―¿Cual invitación?

―Nuestro instituto a finales de clases, nos deja hacer un campamento con los de ultimo año, le llamamos semana de campamento, como no te veía en ningún lado opte por llamarte y que bueno que lo hice, pero la cuestión es preguntarte ¿si quieres venir? 

―Em, espérame un minuto ―Dijo poniendo en silencio el teléfono. ―Es Matt, me dijo que es semana de campamento.

―Es verdad, lo olvide por completo, suena bien ir, en estos tiempos el bosque verde es hermoso, me gustaría que lo vieras ―Comento Jayson viendo su teléfono.  

―¿Entonces si vamos?

―Si. ―Respondió Jayson parándose rumbo a ella, le dio un beso en la mejilla y se dirigió a la otra habitación.

―Ok, muy bien al bosque verde entonces ―Quito el silenciador. ―Ahí te veo Matt.

―Dale, tenia miedo de que dijeras que no pero bueno, te espero, recuerda es en el bosque verde a empaca algo abrigador para la noche y algo no tan abrigador para la mañana, el calor esta de infierno.

―Si, yo creo que el infierno es mas caliente mi buen amigo.

―Como que caliente ―Grito Jayson desde la otra habitación.

―Espera, ¿Quien es ese?, me sonó a la voz de Jayson, Ilsa ¿no me digas que caíste ante sus encantos?

―Ok, nos vemos, Adiosss.

―ILSA MON... ―Ilsa corto y paso saliva, por los nervios de contestar, pero de un momento a otro vio pisadas en el suelo, las observo y vio a través de la ventana para ver si aun estaba la persona que las había dejado, pero no vio a nadie. 

―Esto es nuevo ―Dijo Lía 

―Si, lo es ―Respondió Ilsa (Lily)

―¿Crees que haya sido ella?

―Lía en este momento de mi vida, no se quien podría ser.