Anastasia

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Anastasia murmuró como si fuera incómodo.

—¿... No es demasiado elegante?

—Absolutamente no, Su Majestad. Es mucho más simple que tus atuendos habituales...

Una de las sirvientas pronunció incrédula.

Por mucho que la gente creyera que Anastasia había cambiado, seguían creyendo que su estética innata no habría desaparecido por completo.

—Estábamos pensando en agregar más accesorios al atuendo...

—No, esto ya es más que suficiente. Ya es impresionante, gracias.

Anastasia respondió de inmediato y se puso de pie de inmediato.

Este era el primer banquete al que asistiría desde que se difundieron rumores sobre su cambio repentino. Es por eso que si hubiera demasiadas decoraciones, se correría el riesgo de socavar todos sus esfuerzos hasta ahora.

—¿Vamos a la fiesta ahora?

—¿No irá al Palacio Central, Su Majestad?

'¿Por qué voy al Palacio Central?'

Anastasia parecía desconcertada.

—Quiero decir... ¿No sería bueno entrar al salón de banquetes junto con Su Majestad el Emperador?

—¿Hice eso el año pasado?

—No....

Las criadas respondieron en voz baja.

Todos tienen la misma expresión abatida en sus rostros. Anastasia suspiró y habló con Madame Rochester.

—Vamos ahora.

—Ah... sí, Su Majestad.

Madame Rochester parecía un poco desanimada, sin embargo Anastasia lo ignoró y siguió caminando.

'¿Cómo es que su actitud sigue siendo la misma que antes? ¿Cómo no ha cambiado hacia Su Majestad el Emperador?'

Madame Rochester no pudo entender la decisión de Anastasia, ya que estaba ansiosa por esta parte desde que Su Majestad había madurado.

***

Era natural que hubiera una gran reunión para la celebración del cumpleaños de Su Majestad como una de las personas más importantes del imperio.

Para tener la oportunidad de vislumbrar los ojos del Emperador, todos los nobles se reunieron en el salón de banquetes del Palacio Imperial en grandes multitudes.

Sin embargo, el interés de las mujeres nobles no era hacia el Emperador sino hacia su esposa, Su Majestad la Emperatriz.

Querían ver por sí mismos si eran ciertos los rumores de que Anastasia, cuya infame reputación se había extendido por todas las provincias, finalmente había cambiado para siempre.

—¿Cuándo aparecerá Su Majestad la Emperatriz?

—Tsk, cariño. ¿No te queda nada de dignidad?

—Mucho. También dijiste que tenías curiosidad.

De hecho, los nobles también eran bastante curiosos. Actualmente, la emperatriz Anastasia era el principal interés de todas las personas del imperio.

Anastasia se convirtió en el tema más candente dentro del imperio y eso hizo que todos esperaran ansiosamente el momento en que ella aparecería.

—Presentando la luna más sabia del Imperio, Su Majestad la Emperatriz.