𝐏𝐔𝐑𝐄 𝐇𝐄𝐀𝐑𝐓 𝐈𝐍 𝐓𝐇𝐄 𝐃𝐀𝐑𝐊 | ᴋʟᴀᴜs ᴍɪᴋᴀᴇʟsᴏɴ

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R E L E A S I N G
B L A C K   M A G I C

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Corro por las calles hasta llegar a la iglesia Santa Ana, rápidamente ingreso encontrando a Hope parada junto a los cuerpos de los hermanos Mikaelson inconscientes en el suelo.

—Hope debes detener esto! —alzo la voz llamando su atención.

—debo deshacerme del vacío —me mira fijamente —si no lo hago jamás nos dejará en paz.

—cariño...

—solo confía en mi... Puedo hacer esto... Puedo hacer que papá vuelva con nosotras.

La miro en silencio sin saber que hacer, quería lo mismo que ella, quería que Klaus volviera pero temía que esto saliera mal. Podía ver la desesperación en sus ojos, incluso podía decir que ella deseaba esto aún más que yo.

Miro el cuerpo de Klaus un segundo para luego simplemente asentir levemente, confiaba en Hope apesar de todo.

En segundos comienza a murmurar un hechizo al tiempo que la tormenta afuera aumenta de intensidad haciendo que los rayos iluminen el lugar por completo. Camino lentamente hacia ella a medida que veo como se tambalea en su lugar hasta que de la nada cae inconsciente haciendo que corra hacia ella para sujetarla antes de que toque el suelo.

Con cuidado la recuesto sobre una de las bancas para después mirar hacia los hermanos quienes comenzaban a despertar uno por uno.

Todos me miran confundidos al tiempo que Klaus de acerca a mi mientras mira a Hope preocupado.

—ella está bien —murmuro tomando su mano.

—Hayley... —escucho a Elijah susurrar.

Rápidamente me giro hacia él viendo sus ojos cristalizados mientras niega levemente. Su mirada cae en el suelo para después sentarse en una de las bancas al tiempo que suelta un grito de dolor haciendo que mi pecho se contraiga.

—las sacaré de aquí —Klaus me mira.

Lo veo tomar a Hope entre sus brazos para después caminar hacia la salida. Miro una última vez a Elijah y sin más voy detrás de Klaus.

[...]

Por fin las cosas parecían mejorar, Hope había vencido al vacío liberando a los Mikaelson de volver a la cuidad, Elijah recupero su memoria y las despedidas al fin habían llegado a su final.

Acomodo mi copa frente a mi para luego servirme un poco de vino. Klaus, Hope y yo nos encontrábamos sentados en el comedor del recinto con un mesa repleta de comida en un especie de celebración.

—la maldición que plago a la familia por siete años causo daño en todos nosotros, en nuestra cuidad, nuestro hogar, nuestra familia... —comienza Klaus rompiendo el pequeño silencio —las consecuencias de nuestra cercanía fueron graves pero hoy, gracias a Hope, celebramos un nuevo comienzo... Uno en el que tenemos la libertad de estar lado a lado y no importa que pruebas vengan, las enfrentaremos juntos, como familia... Siempre y para siempre.

Klaus alza su copa haciendo que Hope y yo copiemos su acción para luego beber todos juntos.

—Rebekah volverá en unos días —murmura mirándonos a ambas con una pequeña sonrisa —atara unos cabos sueltos en el extranjero.