7: Juntos, y nadie más

48 14 71
                                    


Había pasado todo el día investigando cualquier posible explicación para lo que estábamos experimentando

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Había pasado todo el día investigando cualquier posible explicación para lo que estábamos experimentando. Era una sensación inexplicable de conexión que no podía sacudirme de encima.

El momento de la verdad fue verla de nuevo después de cerrar los ojos por la noche. Su corto cabello naranja enmarcando su rostro, un rostro que contenía tanto misterio e intriga. Me preguntaba cuál era su historia, qué secretos mantenía ocultos detrás de esos ojos.

Aprendí que había pasado horas gateando debajo de los asientos, buscando cosas que la hacían sentir menos sola en el autobús. Mientras la observaba, me di cuenta de que compartíamos una sensación común de estar fuera de lugar. Era una algo difícil de comprender, pero demasiado real.

Su dulce comportamiento y su sonrisa contagiosa me atrajeron, pero sabía que tenía que dejar de pensar en ella de esa manera.

—¿Estás segura de que estas cosas no son solo decoraciones? —pregunté después de que me mostró los adornos que había recolectado.— ¿No reconoces nada de esto? —Ella negó con la cabeza.

Miré más de cerca todo lo que me había mostrado y noté que en realidad se sentían diferentes, más 'reales' que los asientos del autobús o las ventanas. Era como si cada adorno tuviera una historia que contar, una historia que ya había cumplido su tiempo y había expirado.

—¿Decoraciones para hacer que parezca más realista? ¿Como un videojuego? —preguntó ella, asentí—. Parece fuera de lugar, como tu cuaderno. Creo que alguien estuvo aquí antes que nosotros.

Era como si los hubieran dejado allí intencionalmente, como una pista para que la encontráramos, o al menos para mostrarnos que no estábamos solos en este viaje.

Poco a poco comenzaba a sentirme como si sus palabras estuvieran llenando los vacíos de mis propios pensamientos, conectando piezas del rompecabezas que no había podido ver antes. Al terminar, me encontré asintiendo en acuerdo, mis propios ojos encontrando los suyos en un momento de comprensión compartida. En ese momento, me di cuenta de que tal vez no éramos tan diferentes después de todo, y que había mucho más en nuestra conexión de lo que inicialmente había pensado.

—Entonces, ¿por qué estamos aquí ahora? ¿Y por qué nosotros? —pregunté, mi ansiedad comenzando a burbujear dentro de mí.

Traté de calmarme tomando una respiración profunda y mirando por la ventana, pero no ayudó. Necesitaba respuestas.

Saqué el cuaderno de mi bolsillo, esperando que arrojara algo de luz sobre nuestra situación. Mi compañera se acercó más, sus ojos fijos en las páginas. Una parte de mí estaba convencida de que encontraría algo útil allí, después de todo, se suponía que contenía una descripción detallada de mi día.

¿Fue el destino lo que nos unió en este momento? ¿O fue una simple coincidencia?

Las preguntas corrían por mi mente mientras buscaba pistas en la escritura garabateada. A pesar del miedo y la incertidumbre, sabía una cosa con certeza: teníamos que mantenernos juntos si íbamos a sobrevivir.

El brillo urbano de las estrellasWhere stories live. Discover now