Porque sí, se rendía

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A la mañana siguiente ella lo esperaba en el balcón. Estaba ansiosa por verlo otra vez y pasar todo el dia junto a él. Cuando terminaran la jornada, irían a cenar a Ichiraku. Eso acordaron por carta la semana pasada. Al día siguiente él tenía media jornada, y por la tarde saldrían a recorrer un pueblo cerca de la aldea.

—Hola

—Es tarde —le advirtió ella mientras se disponía a saltar del balcón.

«Mujer problemática» sonrió tomándole la mano para que no siguiera avanzando.

—¿No vas a saludarme?—la tironeó suavemente intentando voltearla para darle la cara, no obstante, y con una sonrisa, ella continuó como si nada le estuviera deteniendo.

Shikamaru la tironeó mas fuerte, hasta acercarla y abrazarla. Por supuesto que iba a besarla.

—¡Es tarde!—se rio sin evitar que él se acercara a su boca.

Pero Shikamaru se detuvo a pensar en cuanto sus labios se toparon. ¿Cuántas veces había sucedido que él era quien insistía? ella inicio el beso como si nada malo sucediera. Por unos segundos, Shikamaru desistió de volver a sembrar mas dudas en su cabeza, pero no fue capaz de evitar que una horrible sensación de incertidumbre lo inundara. ¿No era él quien insistía en besarla siempre?... No, no. Ella lo había buscado también. «Idiota» se dijo a si mismo antes de volver a concentrarse en el beso entre tantos pensamientos.

—¡Ya! —ella volvió a alejarse— no podemos llegar tarde ¿Qué va a decir el hokage?

Shikamaru se detuvo a observarla atentamente, como volteaba la cara con una sonrisa que esperaba no fuera por saber que lo tenía comiendo de su palma. ¿Qué pensaría? Decidió seguirla en silencio volviendo a apartar las dudas de mente. Estaba bien. Todo estaba perfectamente... bien.

Bajaron y comenzaron a caminar. Ella estaba tranquila, pero él por primera vez iba pendiente de la gente que parecía murmurar cosas. ¿Estarían hablando de él, de lo ingenuo e idiota que parecía al lado de ella? Miró a la rubia. Se veía tranquila. Bajó la vista repitiéndose que ella... no lo veía de esa forma. Le había dicho que lo amaba, y estaba seguro que eso algo superficial no era por parte de ella. ¿Se equivocaba? Volvió a observar a la gente con disimulo.  Parecían murmurar al verlos caminar juntos. Tragó saliva obligándose a enfocar la vista en la lejanía, pero sus pensamientos volvieron a sembrarle nuevas dudas. ¿Qué dirían? ¿Qué pensarían? ¿Hablarían De lo iluso que era a pesar de ser estratega? Tal vez acerca de ser un bebé comparado con la experiencia que tenía ella, tanto en la política como en los compromisos por política. También debían estar comentando respecto a la gran diferencia de edades y la madurez con la que ella lo aventajaba. Acomodó mejor sus manos en los bolsillos. Sentía que parecía un niño ingenuo e idiota a la vista del resto que opinaba acerca de la disparejo que resultaba ese compromiso, y vaya que no le gustaba parecer esa clase de idiota. ¿Cómo fue que lo llamó el otro hombre? El siguiente títere de... No, no ,no. Mejor seria no pensar en esos rumores, no eran ciertos. Sabia que no... No podían ser ciertos. Ella había dicho que lo amaba innumerables veces. Debía creer en su palabra. «Típico de los de Suna. Buscando salvaciones rápidas, y el clan Nara son más oportunistas que los Hatakas» Shikamaru sintió un revoltijo en su interior. « Conociéndola, tal vez lo termine antes de que incluso se comprometan» y luego escuchó dos risas intentando no ser ruidosas. La pregunta volvió a instalarse en el centro de su cabeza; ¿qué era lo que ella veía en él? Volvió a mirarla disimuladamente. Mejor dicho, ¿Qué tan profundo era lo que le pasaba con él?

Subieron tranquilamente por las escaleras, él al menos, solo en apariencias. Ella sí estaba tranquila, pero él traía un lío abrumante en su cabeza. ¿Cómo averiguaba qué tan profundo era lo que esa rubia sentía? ¿Guardando un poco la distancia? Tal vez no pareciendo desesperado por besarla. Shikamaru se propuso no volver a buscarla de nuevo, a menos que ella iniciara el siguiente beso. No quería que pensaran que el era el siguiente títere de la princesa del viento... Bueno, además estaban en el trabajo, probablemente ella no querría nada con él durante el trabajo. La vio dejar su abanico y sentarse en la silla que usaba siempre. Shikamaru cerró la puerta y se obligó a decir que no debía pensar en esas cosas durante el horario de trabajo. Era prácticamente un adulto, muy maduro, y un shinobi que no dejaba que sus emociones se interpusieran. Se sentó frente a ella y frente a las dos torres de papeles que tenían sobre la mesa. Ambos comenzaron a redactar sus informes.

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⏰ Última actualización: May 15 ⏰

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