★Capítulo 4★

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Esos paseos nocturnos se han convertido en un hábito para él, una costumbre que muy pocas noches se ha saltado en los últimos cuatro meses, y verse obligado a dejarlo de lado hoy por tener algo que celebrar con su prometido es algo que le desagrad...

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Esos paseos nocturnos se han convertido en un hábito para él, una costumbre que muy pocas noches se ha saltado en los últimos cuatro meses, y verse obligado a dejarlo de lado hoy por tener algo que celebrar con su prometido es algo que le desagrada sobremanera.

Sentir sus pies hundiéndose en la arena mientras las olas del mar rompen sobre sus empeines se ha vuelto una de las pocas formas de relajación que tiene en su vida.

Esa sensación, junto con la que le produce la música que sale del piano cuando presiona cada tecla con sus delicados dedos, es la única que le hace evadirse de su acomodada vida dentro de esa mansión y muy lejos de esos lugares que le hacen sentir en paz.

En esa playa vuelve a conectar con esa parte de sí mismo que guarda en un rincón de su alma cuando está con Shownu, con su padre, con su familia, hasta con los que podría considerar sus amigos, aunque llamarlos así quizá sería exagerar demasiado.

No hay nadie en este mundo con quien se sienta lo suficientemente confiado como para mostrase tal cual es, tal como se siente verdaderamente por dentro.

Tan solo ha habido una persona con la que pudo ser así durante un rato, muy poco tiempo, únicamente lo que dura el ocaso de una madrugada.

Una única persona que se convirtió en el centro de todo su ser con tan solo un cruce de miradas dentro del vagón de un tren abarrotado de gente.

Una persona que le marcó para siempre con tan solo una noche de amor bajo la luz de la luna, con las estrellas y el rumor de las olas como únicos testigos.

Una persona que ha deseado volver a ver durante todos estos días pasados y que, ahora que ha vuelto a cruzarse con ella, no sabe cómo reaccionar, no sabe cómo lidiar con el revoltijo de sentimientos que le provoca tan solo mirarle en la distancia.

Taehyung cruza el umbral de esa puerta que debería considerar su hogar y al instante siente como ese peso invisible de la responsabilidad, del deber, cae sobre él, hundiéndole con tanta fuerza que nota como sus hombros caen y como sus rodillas temblequean levemente en cuanto pone un pie en el interior de ese enorme vestíbulo.

Suelta un hondo suspiro, intentando que el espacio que deja el aire al salir de su cuerpo sea sustituido por las fuerzas que necesita para continuar avanzando hacia adelante, recorriendo ese camino que no desea andar.

El ruido que hacen sus mocasines con cada paso que da sobre ese brillante y extravagante suelo de mármol es todo cuanto rompe el abrumador silencio que le recibe.

No, no es lo que quiere hacer, pero aun así continúa andando en dirección al despacho donde da por hecho estará el hombre que reclama su atención.

Al llegar allí se encuentra con la puerta entreabierta y, aunque eso tampoco quiere hacerlo, se para en seco, echándose a un lado, y no puede evitar escuchar parte de la conversación que mantiene con la otra persona que se halla en el interior de esa estancia.

°★•𝑨𝒕𝒓𝒂𝒑𝒂𝒓 𝒖𝒏𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒓𝒆𝒍𝒍𝒂•★° [+18] ᵀᵃᵉᴷᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora