★Capítulo 43★

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Cuando despierta tan solo siente el frío del vacío junto a él en la cama a pesar de estar a finales de junio y de que el sol ya brille con fuerza a través de la ventana del dormitorio

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Cuando despierta tan solo siente el frío del vacío junto a él en la cama a pesar de estar a finales de junio y de que el sol ya brille con fuerza a través de la ventana del dormitorio.

Taehyung está solo en ese estrecho colchón en el que pasaron la noche abrazados y lo único que le hace consciente de que nada de lo sucedido fue un sueño es el hecho de que sabe a la perfección que esa no es su espaciosa habitación, llena de soledad y miedo, en su lujosa prisión.

Desde la cama y a través de la puerta entreabierta del cuarto puede escuchar el leve tintineo de platos y el suave tarareo del menor mientras hace la tarea que sea que esté desempeñando y no puede evitar sonreír al oírle.

La alegría que parece destilar su voz es el mejor canto que podría despertarle cada mañana.

Se revuelve un poco en la cama, abrazando la sábana y escondiendo la sonrisa tonta que le nace contra la tela.

Si, podría pasar así el resto de su vida; en un pequeño apartamento solo con él, con su dulce canturreo, la suavidad de sus manos que nunca dejarán de cosquillear en su piel, el calor de su cuerpo abrazado al suyo siendo el único abrigo que necesita y esa enorme bola de pelo marrón que se abalanza sobre él en la cama.

—¡Bam! —chilla por la sorpresa.

Anoche cuando llegó no tuvo ocasión de saludar al animal, ni siquiera le vio y el perro no pudo entrar por culpa de la puerta cerrada con la que quisieron salvaguardar su intimidad, a pesar de no hacer nada más que dormir abrazados después de que le contara por encima lo que sucedió con Shownu, ya que no quiso entrar en demasiado detalle, sabiendo que era algo que solo les causaría más dolor a los dos.

Taehyung comienza a reír con entusiasmo cuando Bam empieza a llenar su cara de besos, tumbado sobre él, y ambos empiezan a revolverse entre las sábanas como si estuvieran manteniendo una loca lucha por ver quien gana, si el perro para no dejar de lamerle o el humano intentando que pare mientras no deja de reír y aprieta los ojos con fuerza.

—Vaya, preferiría ser yo quien se revolcara contigo en la cama —su tono queriendo hacerse el ofendido desde la puerta.

Y cuando oyen su voz los dos paran en su juego, deteniéndose para mirarle como si les acabara de pillar en una travesura.

—Ven aquí —el mayor palmea el colchón, invitándole a unirse—, todavía cabes.

—Oh, ¿de verdad hay hueco para mí? —cuestiona con sarcasmo, aproximándose a ellos.

—Siempre habrá sitio para ti —su sonrisa cuadrada se ensancha aún más cuando el menor se sienta a su lado.

Y no puede borrarla ni cuando nota la boca opuesta posándose sobre la suya, sonriendo ahora contra sus labios.

—Me gusta verte sonreír —los ojos de Jungkook se llenan de brillo mientras le mira.

—Es por tu culpa —musita aun pegado a su boca.

°★•𝑨𝒕𝒓𝒂𝒑𝒂𝒓 𝒖𝒏𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒓𝒆𝒍𝒍𝒂•★° [+18] ᵀᵃᵉᴷᵒᵒᵏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora