°★•𝑨𝒕𝒓𝒂𝒑𝒂𝒓 𝒖𝒏𝒂 𝒆𝒔𝒕𝒓𝒆𝒍𝒍𝒂•★° [+18] ᵀᵃᵉᴷᵒᵒᵏ

★Capítulo 20★

‼️* Este capítulo contiene escenas violentas*‼️

Taehyung frena en seco cuando están llegando a la escuela, quedando parado en la acera de enfrente, tirando de la mano del menor al detenerse de forma tan repentina, sin romper la unión de sus dedos entrelazados, los cuales no se han separado en ningún momento desde que salieron de casa.

—¿Qué pasa? —pregunta Jungkook, viéndose obligado a pararse también por el brusco movimiento del otro.

—No quiero entrar —admite, mirándole con ojos vidriosos.

—¿Por qué? —cuestiona sin entender nada, pero viendo la súplica silenciosa que gritan sus pupilas.

—Porque cuando entremos ahí tendré que soltarte —responde, fijando su mirada en el lazo de sus dedos unidos— y no quiero hacerlo.

—Taetae —sujeta su mentón con delicadeza, haciéndole elevar la cabeza de nuevo para que sus iris vuelvan a encontrarse—, aunque nuestras manos se suelten, seguiré contigo, siempre estaré contigo.

—Pero... —intenta rebatir, pero la verdad es que no sabe qué decir.

No sabe cómo expresar sus miedos, no sabe cómo despedirse de ese maravilloso fin de semana que ha pasado a su lado, pegado a su cuerpo cada segundo del día.

No sabe cómo decirle que lo que le da pavor de verdad es volver a su vida, a su cruel realidad, esa que no le permite estar junto a él, esa que le ata a otra persona con la que no quiere estar.

—Cariño —le acerca con dulzura a su cuerpo, haciéndole recostar la cabeza en su pecho—, todo estará bien.

Taehyung esconde la cara entre sus brazos y cierra los ojos con fuerza, intentando contener el torrente de lágrimas que se agolpan tras sus párpados bajados, esas que abrasan su corazón cada vez que piensa en su triste realidad.

—No quiero separarme de ti —consigue que su voz suene más o menos firme, esquivando el nudo de su garganta—, nunca.

—Solo serán unas horas, cuando acaben las clases volveremos a estar juntos y te buscaré en cada cambio —sujeta su rostro con ambas manos.

—¿Me lo prometes? —cuestiona con los ojos brillantes, implorantes.

—Te lo prometo —sonríe con amplitud para después dejar un tenue beso en la punta de su nariz.

—No me dejes ir —murmura en tono bajo sobre sus labios antes de sentir como se posan suavemente sobre los suyos propios.

—No lo haré —asegura, estrechándole nuevamente entre sus brazos.

Cruzan la calle lo más despacio que les permiten moverse sus pies, no queriendo llegar ninguno de los dos a la puerta de la academia.

Jungkook siente como el mayor se aferra firmemente a su mano, como sus dedos se aprietan con demasiada fuerza a ella, pero siente que en realidad no se aferran a su cuerpo, sino a algo que va mucho más allá.