I Wanna Be Yours | VegasPete

Capítulo 22

A pesar de las horas que pasaron después del desayuno, se sentía tan ajeno, fuera de lugar. Pensar en el motivo principal del porqué estaba en ese lugar, se sentía mal. Las palabras del segundo hijo del clan principal resonaban en su cabeza pero él solo podía sobre pensar las cosas, mirar alrededor y después... Fijar su mirada discretamente en su pareja.

— Vigila a Vegas, todos sus movimientos sin excepción, ese idiota no se quedará de brazos cruzados y estoy seguro que está planeando algo. Sobre todo, no dejes que se le acerque a Porsche.

Tragó saliva, en ese momento, cuando escuchó las palabras llenas de ira y seriedad de Anakinn sólo pudo guardar silencio y asentir con una opresión en su pecho. Sabía que estaban complicándose las cosas, en algún momento pensó que eso sucedería, solo que no esperó que fuera tan pronto. La amistad de su mejor amigo y su pareja era tranquila que fácilmente podía ignorar y dar una que otra mentira a su jefe. Pero volvía a pensarlo, no estaba tranquilo dar una mentira, después de todo su lealtad estaba en la primera familia, ¿No?

Se cuestionó, disfrutó la presencia de su pareja, sus abrazos, besos y caricias, incluso admitía en silencio que estaba fascinado por su atención tan cariñosa y a su vez salvaje en el sexo. Solo que... Esa espinita de inseguridad se plantó en su corazón, ya no estaba seguro de las cosas, no cabía ningún tipo de arrepentimiento por los cambios tan drásticos, pero si se ponía a pensar en los problemas que ocasionaría si se llegará a saber.

El Theerapanyakul sabía que tenía personas que ponían su lealtad en él, y sobre todo que sabía en quienes confiar, son ellos quienes han presenciado cómo el hijo mayor del segundo clan se derretía por el sureño, quienes veían su cambio de actitud cuando el sureño estaba cerca. Sin embargo, solo se lo guardaban entre ellos, era un secreto que jamás saldría de sus bocas ni con la peor tortura que les dieran, eso era seguro y Vegas lo sabía.

Y el sureño solo podía morir de nervios, con el pasar de los meses se acostumbró un poco pero no dejó de preocuparse.

— ¿P'Pete? — El toque gentil en su hombro de parte del menor del segundo clan le hizo parpadear varias veces, miró al menor con confusión dando a saber que estaba perdido en sus pensamientos y que se torturaba en ellos al punto de estar ajeno a las cosas, a las personas — ¿Estás bien? — Su voz preocupada llegó a los oídos del sureño, quién le sonrió ligeramente asintiendo.

— Lo estoy — Respondió, volvió a sonreír en grande y el menor le devolvió la sonrisa sin dejar de lado su pequeña preocupación, y antes de que volviera a preguntar algo, el sureño retomó la palabra — ¿Sucede algo? — No quería más preguntas y estaba seguro de que el menor no estaba convencido, realmente no estaba del todo bien, estaba en una presión que le frustraba y le hacía sentir mal.

Una mala pareja por seguir órdenes que le dio el primo de su novio porque desconfiaba de él, que iniciaba un odio puro solo por pensar que su primo quería arrebatarle la persona que amaba por el pasado, por ser Vegas quién tenía la idea de que no cambiaría esa vez.

Sobre todo, ¿Qué hacía siendo pareja del primo de su jefe?, ¿Qué iba a cambiar con eso? Nada. Y pesaba esa respuesta, por más veces que lo pensó y trató de buscar una buena respuesta que sonara menos mal, simplemente era así. Él, Pete Phongsakorn estaba traicionando a la primera familia después de haber jurado lealtad, ¿Lo peor? Es que no había arrepentimiento en él, ni siquiera culpa y se lo recriminaba con pesar.

Era un sucio juego, estaba en un bando pero andaba saliendo con uno del bando contrario.

— Oh, no exactamente — El menor sonrió tímido y soltó un pequeño y suave suspiro cuando el sureño frunció su entrecejo con confusion en su mirada — Solo quería preguntarte si querías ir a tomar un helado con Hia y conmigo — Sus ojos oscuros brillaron con emoción, algo que el sureño admiró con sorpresa, comparándolos con su pareja, tan iguales pero diferentes, unos brillaban con amor y anhelo, los otros tenían el brillo de emoción, esperanza y vida.