XXXVI: Deuda.

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¿Qué es lo malo que puede arruinar una noche especial para un bailarín como Park?

Doyun era la respuesta a la pregunta. Su envidia lo consume por todo el cuerpo, su mente se rehúsa a ser vencido por Park, y en su profundo ser desea que Jeongguk lo abrace como abraza al rubio.

La realidad es que cuando Doyun se encuentra cerca de Jeongguk, nada puede ser bueno, pero tampoco es bueno para Jimin.

Nada del plan de Doyun era bueno, solo provocaría caos en la vida de Jimin, y nuevamente lograría atormentarlo con aquella deuda que aún no ha pagado. Es por eso que aquellos tres hombres de la pandilla, que solían perseguirlo, se adentraron en el bar mientras el ángel bailaba con sensualidad. Rápidamente fue el centro de atención para aquella pandilla de tres hombres, quienes fueron vistos de reojo por el cruel Doyun.

¿No valgo nada para Jimin? — Susurró Junseo mientras su mirada hacia cae al suelo y observa sus botas sucias debajo de la mesa.

No te preocupes, sabes que no vales nada para él, pero quién sabe si las cosas pueden dar un giro para poder comenzar de nuevo con Park. Solo es cuestión de esperar. — Dijo Doyun en su oído mientras sus ojos se enfocan en esos tres hombres rudos de la pandilla, quienes ya localizaron al rubio bailando sobre la barra de tragos.

El pobre ángel aún no se percata de aquellos hombres que son parte de su pasado y tormento absoluto. Aquellos que le causaron demasiado miedo a la violencia, aquellos que se burlaban de su cuerpo y incitaban a qué se entregará a ellos una noche para pagar la deuda, aquellos.. hombres que no tuvieron piedad y golpearon su bello rostro hasta que el maquillaje no podía cubrir los suficientes sus hematomas existentes en su piel suave. Todo por una jodida deuda que su irresponsable padre le dejó en sus manos para luego huir lejos de la ciudad.

Los bellos ojos del bailarín se desviaron del rostro de Jeongguk cuando tres hombres captaron su atención, su sonrisa encantadora se borró y su felicidad al bailar se desvaneció completamente hasta ser reemplazada por el miedo como también el terror que se dibujó en su rostro. En un momento en el que su mente se toma un segundo para recordar todo el infierno que vivió bajo las manos de esa pandilla, son suficientes ignorar al carnicero, quién extendió sus manos había el ángel con deseos de atraparlo pero frunció el ceño confundido cuando esté mismo rubio se alejó rápidamente para bajar de la barra sin esperar la ayuda de nadie, aunque los hombres igualmente intentaron ayudarlo pero Jimin se negó.

Jeongguk colocó sus manos sobre la barra de tragos, luego se inclinó un poco hacia adelante para observar como Jimin bajaba de la barra y corría lejos entre los hombres que lo rodeaban hasta desaparecer detrás de la plataforma de baile. Al mismo tiempo y en un punto de vista diferente, los tres hombres de la pandilla sonrieron al observar una cabellera rubia escabullirse entre todos los hombres que se encontraban en el bar, y antes de perseguir al rubio, el líder de la banda le dió una mirada rápida y maliciosa a Doyun para que este último le diera un asentamiento de cabeza de una clara señal de que hicieran lo que debían hacer.

CARNAGE 愛 KOOKMINWhere stories live. Discover now