Tenemos que hablar

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Q: qué haces aquí? -preguntó cómo si hubiera visto un fantasma- 


D: tengo algo muy importante que hablar contigo -dijo en tono serio-


Q: ahora mismo no puedo -dijo esquiva mientras avanzaba por los pasillos del hospital para huir de la mirada acusadora de Derrick-


D: puedo esperar todo lo necesario -dijo en tono severo-


Q: salgo a las 6 -dijo terminando la conversación- en el Break Coffee -dijo desapareciendo al ingresar a uno de los consultorios-


Quinn había visto volver el pasado de un solo golpe, lo recordó todo al verlo, miedo, inseguridad, rabia y miles de sensaciones que no sabía cómo explicar pasaban por su mente durante las horas que transcurrían para la reunión con Derrick.


D: puntual como siempre -dijo mientras mantenía la mirada fija en su taza de café-


Q: hay cosas que no cambian -dijo sin saber que más decir-


D: siéntate -sentenció-


Q: a que has venido? -preguntó con temor-


D: todavía lo preguntas? -preguntó irónico-


Q: han pasado años -dijo intentando desviar el tema- no sé a qué podrías venir


D: tú y yo tenemos algo en común -dijo sin mirarla a los ojos-


Q: nuestra historia terminó hace años, no hay nada en común -dijo mientras temía lo peor, sabía que Derrick estaba muy enojado, lo sabía por el simple hecho de que no la mirara a los ojos y se limitara a jugar con su taza de café-


D: no hay nada en común? estás segura que no hay nada en común? -preguntó remordiendo sus dientes-


Q: no lo hay -dijo con el miedo de que alguien pudiera venir por su hijo, era todo lo que realmente era suyo- 


D: tenemos un hijo en común -dijo golpeando la mesa sin importarle las personas que pudieran estar observando- 


Quinn sintió un fuerte golpe de realidad, el pasado había venido al presente, el miedo tan grande que cada noche la invadía ahora se había materializado el Derrick, siempre se repetía que él jamás regresaría ni se enteraría de la existencia del pequeño Jim, que ella llenaría el espacio que un padre llena en la vida de un niño pero el destino hizo una mala pasada y ahora estaba allí, frente a un amor del pasado que le dejó más que simples recuerdos y que ahora volvía por lo que también era suyo.


Q: cómo lo supiste? -preguntó fingiendo sorpresa- 


D: eso no es lo importante aquí, me ocultaste a mi hijo ¡!! -gritó lleno de rabia-


Q: por qué estás tan seguro de que es tuyo? -preguntó sin mostrar el gran temor que la invadió-

Los años pasan, la gente cambiaWhere stories live. Discover now