Escúchala Rachel

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Santana al llegar a casa, se encontró con sus huéspedes dormidos, era la 01:00 AM, era comprensible.

Q: has llegado San –dijo de repente-

S: por dios casi me matas de un susto –dijo agarrándose el pecho-

Q: no estoy tan fea –dijo molesta-

S: no es eso pero te vi ya dormida y ahora estás aquí

Q: si estaba dormida pero ya sabes las mamás podemos sentir todo así que escuche cuando entrabas

S: debe ser eso –decía respirando tranquila-

Q: que tal ha ido la presentación de Britt –preguntó sentándose en la cama de la morena-

S: genial, ha ganado Quinn ha ganado –decía sonriente-

Q: tu novia ha ganado –dijo para molestarla-

S: no es mi novia Quinn –dijo seria-

Q: entonces se besan, se tocan pero no son novias?

S: y tu como supiste eso? –preguntó confundida-

Q: un pajarito me lo contó –dijo sonriente-

S: un pajarito llamado Brittany Pearce 

Q: no importa quién me lo haya dicho, ahora dime porque no eres su novia aún?

S: porque recién me lo ha pedido ayer

Q: y porque no le has dicho que sí

S: tengo que pensarlo –dijo segura-

Q: que vas a pensar Santana, la besaste, o bueno se besaron eso lo hiciste porque estabas segura 

S: bueno algo, me siento bien con ella, es diferente pero aún tengo que pensarlo

Q: que tienes que pensar San? Acaso aún piensas en esa? –dijo en tono despectivo-

S: se llama Tiffany –dijo molesta- y no, no pienso en ella pero aún no puedo olvidarla, es muy temprano aún para sacarla por completo de mi corazón

Q: entiendo Santana solo espero que –fue todo lo que pudo decir antes de que la morena la interrumpiera-

S: si lo que te preocupa es que por ella no acepte a Britt pues no lo hagas porque no es por su causa, es simplemente que necesito pensar varias cosas

Q: no vayas a demorar mucho San 

S: no lo haré –dijo entrando en su habitación-

La morena se dirigió con su habitación, tenía varias cosas que pensar, Tiffany había sido la persona que la hizo feliz durante casi 2 años, desde que la conoció siempre fue feliz, hubieron problemas pero ninguna más grande que su amor, por su parte Brittany era la hermosa mujer por la que luchó, por la que gritó a todo el mundo que era lesbiana, que la amaba y que la quería sólo para ella, solo ella había sido capaz de ver en Santana la bondad de su corazón, durante un buen tiempo pensó en que sería lo correcto y ahora sabía claramente lo que tenía que hacer.

J: tía San es hora de levantarse –dijo moviéndola en la cama-

S: mmmm –fue todo lo que dijo-

Q: San es hora de levantarse, llegarás tarde al trabajo –gritaba desde la cocina-

S: en 5 minutos voy –dijo durmiendo nuevamente-

Santana se despertó y miró el reloj, sus 5 minutos se habían convertido en media hora, las sábanas se le habían pegado.

Genial lo que me faltaba hoy llegaré tarde al trabajo refunfuñaba sola en casa.

“San gracias por estar a mi lado en un día tan importante para mí, eres la mejor”
Besos Britt 

Eso fue lo que la morena pudo leer en su celular, el mensaje le había llegado la madrugada anterior justo poco después de dejar a la rubia en casa, el pequeño mensaje sacó una sonrisa y un pequeño suspiro por parte de la morena.

Saldré a decirle a ese idiota que deje de pitar su auto, debe saber que hay personas que queremos descansar decía muy molesta la rubia disponiéndose a poner en su sitio a la persona que estaba haciendo ruido interfiriendo con su sueño.

Tenía todas las ganas de mandar al diablo a aquel tipo que la había irritado cuando pudo verla a ella, a la razón por la cual suspiraba a diario.

B: San que haces aquí –dijo mirando su reloj- deberías estar en el trabajo –dijo bajando a recibirla-

S: he escuchado que hoy no habría labores en la academia, así que dije al demonio el 
trabajo, voy a ir por ella, por mi patito y pues aquí estoy –dijo con una gran sonrisa en sus labios-

B: te adoro San, eres genial –dijo abrazándola fuertemente-

S: gracias por la ayuda, aquí tiene –dijo dándole a un señor $5 por haber pitado el carro hasta que Brittany saliera-

B: pensé que era tu auto –dijo sorprendida-

S: no hoy no he traído el auto, iremos en metro

B: ok entonces iré a cambiarme, quieres subir –dijo sugestivamente-

S: no, no, te espero aquí –dijo negándose aunque en el fondo se moría de las ganas de 
aceptar la invitación de la rubia-

B: ok está bien, no demoro en salir 

Luego de varios minutos, la morena la vio salir, se veía muy sonriente y eso a la latina le encantaba, siempre había amado la sonrisa de la rubia, esa era una de sus debilidades.

B: estoy lista San

S: estás hermosa –dijo mirándola lascivamente-

B: gracias San, pero sabes que es más importante que estar hermosa? 

S: no Britt, no lo sé

B: que esto, todo esto –dijo señalándose- es tuyo Osita –dijo dándole un pequeño beso en 
los labios a lo que la latina sólo se limitó a sonreír-

S: te adoro –le dijo abrazándola-

B: y qué haremos hoy San? –preguntaba curiosa-

S: bueno pues como sé que no conoces muy bien New York, hoy te llevaré a que conozcas varios lugares

B: siii –dijo emocionada-

S: la pasaremos muy bien, te lo prometo –dijo alzando su mano-

B: y a donde iremos primero?

S: primero iremos al Museo de Historia Natural –decía camino al metro-

B: wooww, este es el de las películas –decía emocionada en la puerta del museo-

S: así es –decía mirando embobada el rostro ilusionado de Brittany-

Luego de estar cerca de dos horas dentro del museo, esto gracias a que Brittany estaba muy concentrada y empeñada en conocer y entender cada cosa de los animales que allí habían.

B: estovo genial San, ahora a donde iremos 

S: ahora iremos al Discovery Times Square

B: y eso dónde queda ? –preguntaba inquieta-

S: mira caminaremos, esta cerca de aquí

El recorrido en aquel museo también fue largo, la rubia examinaba cada pieza de aquella exposición, así que tardaron más de una hora en salir de allí.

B: mmm no sabía que teníamos todo eso –decía impresionada mientras salía del Discovery Times Square-

S: te ha gustado?

B: me ha encantado San, es muy interesante 

S: bueno ahora iremos a dar un paseo por la Villa Greenwich 

B: que lindo es este lugar –decía mirando las casas de estilo colonial que existían en aquella 
villa-

S: me encanta este lugar –dijo la morena- parece haberse detenido el tiempo 

B: a mi me pasa a cada momento 

S: que cosa? –preguntó confundida-

B: que se detiene el tiempo –decía con simpleza-

S: y eso? 

B: se detiene cada vez que te veo sonreír, que respiro tu aroma, cada vez que estoy junto a ti –dijo cerca del oído de la morena-

S: amo tus palabras –dijo volteándose y dándole un beso-

El resto de la tarde pasó entre visitas al zoológico, la visión espectacular de la ciudad desde el Empire State, una visita el parque botánico y un paseo por la mítica calle Broadway.

B: me he divertido mucho San –decía sonriente-

S: esa era la idea 

Q: Hola chicas –dijo con algo de dificultad-

B: hola Quinn que haces aquí? 

Q: he venido a buscarte –mintió-

S: estás bien –preguntó preocupada-

Q: no San, no estoy bien, tengo que irme –dijo despidiéndose de las chicas rápidamente-

S: yo me voy con ella –dijo saliendo tras de la rubia-

B: está bien, adiós chicas –dijo algo confundida-

S: hey Quinn, Quinn espera –dijo tomándola del brazo cuando por fin la pudo alcanzar en el parqueadero del edificio-

Q: que pasa San –dijo abriendo violentamente la puerta del automóvil-

S: has hablado con Rachel? –dijo entrando en el auto-

Q: no importa –dijo arrancando el auto-

S: Quinn has hablado con la gnomo? –dijo molesta- 

Q: si le hablado con ella, o bueno lo he intentado 

S: y que te ha dicho?
Q: no es obvio –dijo dejando ver sus hinchados ojos llenos de lágrimas-

S: maldita hobbit, la voy a matar

Q: ella no tiene la culpa, la culpa ha sido mía por ser tan estúpida en creer que podría tener algo con ella ahora que tengo un hijo 

FLASHBACK

R: a que has venido? –dijo apartándose molesta de la puerta-

Q: he venido a hablar contigo

R: que me vas a decir, que ahora tienes un hijo y que eres inmensamente feliz con un hombre a tu lado, con una familia –dijo dándole la espalda-

Q: no amor, estás equivocada –decía tratando de abrazarla-

R: no me digas amor, no lo digas –gritó molesta-

Q: las cosas no son como parecen 

R: no Quinn y entonces como son?

Q: si te sientas podré contarte todo 

R: no Quinn, no lo voy hacer

Q: amor escúchame –suplicó-

R: que idiota fui al pensar en algo más contigo, eres una perra, siempre has sabido hacer 
daño, jugar con las personas

Q: te amo

R: jamás vuelvas a decir eso, díselo al padre de tu hijo –dijo dándole una cachetada-

Q: por mas que me golpees eso no hará que deje de amarte 

R: eres una zorra, si el padre de tu hijo te viera aquí seguro diría lo mismo de ti –se bufó-

Q: zorra por amarte –dijo indignada-

R: si zorra por calentar cuerpos ajenos, no recuerdas que aquí mismo quisiste acostarte 
conmigo

Q: porque te amo –dijo llorando-

R: tú no amas a nadie –dijo dándole otra bofetada- no se para que volviste 

Q: volví por ti –decía sosteniendo su mejilla con su rostro empapado en lágrimas- 

R: volviste para hacerme sufrir –dijo alzando la voz- pero esta vez no Quinn, no seré la que 
se revuelque en tu cama cuando tu marido no esté 

Q: escúchame 

R: lárgate de mi casa y no vuelvas jamás, te odio Quinn, te odio

Q: no me voy a ir

R: que te largues de seguro él te estará esperando –dijo empujándola fuera de casa-

Q: Rachel te amo –gritó desde afuera-

FIN FLASHBACK

S: maldita gnomo como se atreve a decirte eso, juro que la voy a matar –dijo golpeando sus puños- detén el auto 

Q: no San, tiene razón sólo viene a hacerla sufrir, lo mejor es alejarme

S: tiene que escucharte –dijo molesta-

Q: no lo hará San, no lo hará

Camino a casa los ojos de Quinn no paraban de llorar, tenía su cara empapada, a Santana le destrozaba ver así a su amiga así que estaba decidida a hacer algo para que Rachel la escuchara y devolverle la sonrisa a la rubia.

Q: San puedes abrir? –preguntó limpiándose las lágrimas-

S: Britt se ha llevado mis llaves, dame las tuyas 

Q: no las encuentro –dijo buscando en su bolso-

S: no nos queda más que timbrar –dijo resignada-

Q: estás loca, no quiero que mi hijo me vea así

S: es verdad, pero sino nunca podremos entrar –explicaba-

J: han regresado –dijo sonriente abriendo la puerta-

S: así es corazón –dijo sonriente- pero como has sabido que somos nosotras? 

J: las he escuchado hablar, así que decidí abrir la puerta

S: entremos–dijo tapando a su amiga para que el pequeño no pudiera ver que había llorado-

J: mami que te ha pasado –preguntó el niño asustado, viendo que su mamá había llorado-

S: nada corazón, no le ha pasado nada a Quinn 

J: de seguro fuiste tú –dijo señalando a Santana- te las verás conmigo, no tienes que hacer llorar a mamá –dijo alzando el puño de su camisa-

Q: no ha sido ella hijo –dijo abrazándolo- 

J: quién te ha hecho llorar mamá, le enseñaré que tiene que respetar –dijo con actitud 
desafiante separándose de la rubia- tú tienes quién te defienda 

S: eres un pequeño caballero valiente –le dijo sonriendo-

J: así es y puedo defender a mi mami de todos, ahora que me entere quién ha sido ya verán –decía enojado- dímelo mamá, dímelo 

Q: me ha ido mal en el trabajo hijo –mintió- han llegado casos muy tristes hoy 

J: segura mami? 

Q: sí hijo ha sido sólo eso –dijo abrazándolo- eres lo mejor que tengo –dijo soltando unas 
cuantas lágrimas más-

S: hey tú pequeño hombrecillo valiente, vamos a preparar una rica cena para mamá –le dijo invitándolo a la cocina- 

La aventura de Santana con Jim en la cocina había sido muy divertida, entre los dos prepararon una cena sencilla pero deliciosa que gustó mucho a la rubia, las ocurrencias del pequeño y las bromas de Santana, habían hecho que la rubia por un momento olvidara el amargo momento que pasó con Rachel.

S: hola estrellita de Broadway –dijo molesta-

R: que ocurre San –dijo de lo más normal del otro lado del teléfono-

S: se puede saber porque demonios has tratado así a Quinn? 

R: debí suponer que estabas enojada desde el principio –dijo recordando como la había llamado- y tú que sabes de eso? 

S: lo sé todo –dijo cortante-

R: así que si lo sabes todo entonces se puede saber porque defiendes tanto a tu amiguita –dijo con desprecio- 

S: estas siendo muy injusta 

R: Injusta por qué? Acaso respetar al hijo y marido de tu amiga es ser injusta?

S: tienes que escucharla 

R: no lo voy a hacer, ella está muerta para mi, está prohibida

S: acaso no entiendes gnomo, no es así, escúchala 

R: no lo voy a hacer ni ahora ni nunca 

S: tienes que hacerlo, ella te ama –dijo desesperada-

R: si claro –se bufó- y también ama a su marido 

S: Rach por favor escúchala, tienes que hacerlo –gritó-

R: no lo voy a hacer, entiende no podemos estar juntas, me engañó 

S: Rachel ella no te engañó, escúchala 

R: si no me vas a decir nada más, tengo que descansar 

S: ella no tiene esposo –dijo sin embargo la castaña la había colgado-

La morena estaba muy disgustada, como es que una persona puede cerrarse tanto a escuchar a otra, cómo puede simplemente no escuchar y creer sólo en lo que ha visto sin saber las razones que tuvo para actuar de tal o cuál manera, si por lo menos escuchara entendería decía a regañadientes.

“Gracias por este día tan hermoso San, cada momento a tu lado es especial”
Brittany 

La morena al leer aquel pequeño mensaje volvió a tranquilizarse, recordar el estupendo día que paso junto a la rubia le sacaba muchas sonrisas así que decidió olvidarse de los problemas y dormir con la imagen de la rubia en su cabeza.

“Hola patito espero que hayas amanecido bien, esta tarde tengo una sorpresa para ti, espérame en la academia”
San 

La morena envió el mensaje antes de ingresar a la oficina, tenía todo preparado, pero si quería que saliera bien tendría que hacer pronto su trabajo para pasar por la rubia a la academia antes de que la rubia saliera.

Que sorpresa habrá preparado San, esta vez se preguntaba, estaba muy inquieta y ansiosa esperando que las horas se pasaran volando para poder estar junto a la latina.

T: estás enamorada –dijo una voz que se acercaba-

B: así es, siempre –dijo sonriente-

T: es esa morena que te ha estado viniendo a ver últimamente 

B: así es Tom 

T: bueno me alegro que las cosas con ella vayan bien, pero ya sabes que si no funciona 
siempre estaré aquí para ti 

B: si claro, pero creo que esperarás en vano –le dijo alegre-

Tom se alejó con una sonrisa, era compañero de Britttany, llevaba algunos años trabajando en la academia, desde que la rubia llegó Tom había quedado impresionado con su belleza y al principio la pretendía pero desde que Brittany le dijo que tenía alguien en su corazón que nadie podría sacar se había rendido, sin embargo nunca dejó de hacerle insinuaciones a la rubia, las mismas que esta cortésmente rechazaba.

Esta vez no se me va a escapar decía Tiffany entrando al edificio de la morena, estaba decidida a conversar con Santana y que le dijera todo eso de frente, si me va a romper el corazón que lo haga pero conmigo delante decía.

B: perdón –dijo disculpándose por haber chocado-

T: no hay de que-dijo entrando en el ascensor mientras buscaba algo en su bolso-

B: la culpa ha sido mía

T: no ha sido mía 

B: mucho gusto soy Brittany Pearce –dijo extendiéndole su mano-

En ese momento la otra rubia sintió que mil baldes de agua fría le caían encima, alzó su mirada y la pudo ver, era ella, era la misma que estaba con su amada morena días atrás, era la misma que la latina había amado tanto.

T: mucho gusto Tiffany –dijo fingiendo su sonrisa-

B: vienes a ver a alguien especial? 

T: sí y tú? –preguntó curiosa-

B: también, vengo a ver a mi novia –mintió- hoy me dará una sorpresa así que he decidido 
venir por ella yo primero –decía emocionada y sonriente-

La rubia sentía ganas de matar a Brittany, era por ella que perdió todo, que perdió su 
felicidad pero antes de matarla quería averiguar un poco más.

T: así que tu novia –dijo fingiendo emoción- y cuanto tiempo llevas con ella? 

B: desde que regresé a la ciudad, soy nueva aquí, pero sabes ella siempre me amado a pesar de la distancia, creo que estuvo con alguien más pero nada importante, yo soy la única en su vida, me ama y la amo

Mil dagas atravesaban el corazón de Tiffany en ese momento, no podía asimilar tan rápido lo que Brittany le decía.

T: así que son muy felices? 

B: demasiado felices, he pensado en pedirle que vivamos juntas, ya hasta hemos pensado el nombre para nuestros hijos, nos encantan los niños –dijo dándole un pequeño codazo a la otra rubia-

T: genial –sonrió algo atontada-

B: me quedó aquí –dijo saliendo del ascensor- cuídate –dijo despidiéndose con una gran sonrisa-

Tiffany ya no necesitó hablar con la morena, la rubia le había dicho todo, con sus palabras pudo confirmar cada cosa que la latina mencionaba en el mail.

Los años pasan, la gente cambiaWhere stories live. Discover now