19

533 48 2
                                    

—¿A dónde vas? —interrogó Grace jalándome del brazo.

—Al baño —respondí muy seguro, pero mi amiga me hizo una mueca y después me liberó.

Entré a la bodega y vi a ____ sentada en un sillón con su cabeza entre sus manos, inspeccioné el lugar buscando el cuarto del aseo, necesitaba tenerla entre mis brazos, besarla, acariciarla, hacerla mía, iba preparado para eso y había encontrado el momento preciso.

Así que me acerqué y le pregunté cómo se sentía, ella me miró un tanto asustada y nerviosa, me encantaba ponerla así, entonces le sugerí que tenía que relajarse y se negó rotundamente a subir a la habitación argumentando que estaba mi familia y mi novia, quise reírme ante ese comentario y estuve a punto de dejarla en su error, pero no lo hice, no quería que tuviera una imagen equivocada de mí, entonces la hice levantarse y la encaminé al pequeño cuarto.

Una vez dentro, la besé con desesperación, como había extrañado sus labios y sus caricias, _____ me correspondió de la misma forma, estaba tan ansiosa como yo y sin mucho preámbulo ni desnudarnos por completo nos entregamos ahí, a oscuras, besándonos para acallar los gemidos y con la adrenalina hasta el cielo porque era algo arriesgado, cualquiera podría abrir esa puerta y descubrirnos.

—¿Me extrañaste? —preguntó con un hilo de voz.

—No tienes idea cuanto —respondí en su oído.

—Muéstrame que tanto —me encantaba que repitiera lo que antes yo le había dicho y aceleré mis movimientos disfrutando más del roce de nuestros
sexos.

—Te extrañé tanto ____—al fin podía decirle su nombre.

—Repítelo —pidió como si no hubiera dado crédito a lo que escuchó.

—Te eché muchísimo de menos... ____ - sentí sus labios sobre mi cuello y como su cuerpo vibraba llegando al orgasmo.

—Yo también te eché de menos... Joseph—musitó con la voz entrecortada.

Escuchar mi nombre salir de sus labios fue el detonante exacto para que terminara yo también, no éramos más un par de desconocidos y ella estaba dispuesta a seguir con esto, era lo que yo quería saber. Le propuse que nos escapáramos, pero no aceptó, me explicó que estaba trabajando, yo había olvidado ese pequeño detalle así que no me quedó más remedio que aceptar.

—Yo salgo primero, ¿ok? —anunció terminando de arreglarse el vestido.

—¿Por qué?, entramos juntos.

—Y sólo espero que nadie nos haya visto, entiende por favor, estoy trabajando.

—Está bien, sal tú primero —acepté con resignación, rodando los ojos.

Me quedé recargado sobre el umbral de la puerta viendo como ____ se alejaba, me tenía loco y no encontraba la razón, no era sólo por el sexo, ¿o sí?, lo único que me importaba era que nuestros encuentros no se terminaran.

Después fui al baño para arreglarme bien la ropa y regresé a mi lugar, ella ya estaba en el suyo y yo me senté, Grace tuvo el buen tino de recargarse en mi hombro y ____ se volteó molesta.

Cuando el desfile se acabó, Grace fue a platicar con Natasha, así que yo aproveché para buscar a ____; me acerqué a la mesa de los bocadillos donde se encontraba. Le hice unas afirmaciones poco decentes, para ser sincero, pero me fascinaba ver el efecto que tenía sobre ella, confirmar que no le era indiferente, que mi presencia la ponía nerviosa, lo cual me llenaba de un enorme gozo.

En eso, Millie se acercó sorprendida de vernos platicar y cuando preguntó si nos conocíamos le dije que sí, pero le menti de donde, porque ignoraba que yo perteneciera a esa club extraño y para mi buena suerte se acordó de aquella chica que me regalaba chocolates en la universidad y que, por cierto, jamás le había aclarado que era lesbiana y por eso no hubo nada entre ella y yo.

¿Estás libre esta noche? Parte ll (Joseph Quinn y tú ) Where stories live. Discover now