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Una noche tomé papel y pluma, la inspiración me había llegado y escribí la canción para la boda de Millie, recordando la plática que habíamos tenido aquella vez que anunció su compromiso, aunque debía reconocer que me había inspirado en ____ y nuestra historia, junto a ella no había ningún camino que no pudiera recorrer, sentía que mi pecho podía estallar de todo lo que sentía y no buscaba ninguna explicación para eso, nuestro amor era real y seguro.

Otra noche nos encontrábamos frente a la web cam y de inmediato noté su cara de angustia, jugaba con sus manos y evitaba mirarme, me sonreía, pero sus ojos lucían apagados.

—____, ¿qué te sucede? —pregunté preocupado.

—Nada, ¿por qué? —respondió evasiva.

—Porque estás visiblemente nerviosa y asustada, ¿qué pasa?, dímelo con confianza.

—Es que —guardó silencio y se mordió el labio —Joseph... tengo un retraso, debí tener mi período un día después que te fuiste, ya han pasado diez y nada...

—¿Eso significa que puedes estar embarazada? —exclamé sorprendido.

—Sí... no nos cuidamos, hace mucho que dejé de tomar pastillas y...

—Tranquila corazón, no tienes nada de qué preocuparte, no estás sola, me tienes a mí, yo no voy a dejarte sola, un hijo tuyo sería un regalo, un pedacito de ti y de mí.

—Que cosas dices, Joseph —respondió sonrojada.

—Es la verdad, ¿no te gusta la idea?

—No es eso... aún no me siento preparada para esa responsabilidad, un hijo no es un juguete, es algo para toda la vida y siento que todavía no soy capaz de cuidar y educar a alguien.

—Nadie nace sabiendo eso ____, se aprende con el tiempo, ¿por qué no te haces la prueba para salir de las dudas?

—Me asusta.

—Pero no puedes estar angustiada pensando si estás o no embarazada, no te van a salir antenitas para saberlo, tienes que confirmarlo y, por favor, piensa que yo te apoyaré al cien por ciento ¿ok?, jamás evadiré mi responsabilidad, es algo que hicimos los dos y nos haremos cargo los dos, te quiero, recuérdalo.

Me respondió aliviada con una sonrisa.
Esa noche casi no pude dormir pensando en esa posibilidad, hasta pensé en Jamie, la cara que pondría al enterarse que yo sin estar casado sería papá, en cambio él seguía sin heredero, una sonrisa traviesa se dibuió en mi rostro imaginando su reacción. Mis padres seguro nos apoyarían y Millie sería la más feliz, a cada rato le preguntaba a Jamie y Natasha cuando la harían tía, así que su sueño se vería cumplido por mí.

Si a ____ le tranquilizaba, le propondría que nos casáramos, aunque fuera algo sencillo e íntimo, moví la cabeza, ¿en qué momento mi vida y mis pensamientos habían cambiado tanto?, hace no muchos meses yo era todo un Don Juan, un Casanova, un Valentino y ahora estaba pensando en comprar pañales, en efecto, ____ había llegado a voltear mi vida de cabeza y había sido lo mejor que me había pasado, ella había descongelado mi corazón y logrado que volviera a latir por amor.

Ese día anduve ansioso en todo momento, así que cuando vi que era una hora prudente en Nueva Jersey le marqué a _____, me contestó y me dijo que la prueba había salido negativa, que sólo había sido una falsa alarma, mis planes se desvanecieron, pero, ya habría tiempo para eso, las cosas llevaban un orden, aunque no era reglamentario, nos casaríamos en un futuro y cuando ella se sintiera lista vendrían los hijos.

Al fin había llegado el ansiado día en que volvería a estar con mi _____, me encontraba en el taxi camino a su departamento, para luego irnos al aeropuerto y volar a Miami. En cuanto me abrió la puerta se arrojó a mis brazos y nos fundimos en un beso frenético, cargado de emociones, como añoraba sus besos, sus caricias, había sido muy divertido el jueguito de la web cam, pero nada comparado con tenerla en la realidad, embriagándome con su sabor y disfrutando de su olor, la pañoleta lo había ido perdiendo paulatinamente, estar entre sus brazos era mi paraíso personal y que ganas de hacerla mía, de hacerle el amor, sin embargo, teníamos un vuelo que tomar.

Al llegar al aeropuerto registramos las maletas y caminamos hacia la sala de espera, ____ se sentó y yo fui a comprar unos dulces. Debí tardarme menos de cinco minutos y al girarme para regresar a su lado la vi muy sonriente abrazando a un tipo que después la sostuvo de las manos, la sangre comenzó a hervirme y la ira me inundó por completo, ¿quién demonios era ese idiota que se atrevía a tocar a mi mujer?

—De verdad luces maravillosa y radiante
—le dijo muy entusiasmado.

—Porque la felicidad se refleja en el rostro —intervine abrazándola —y ____ y yo somos muy felices, ¿verdad corazón?, por cierto, ¿no me vas a presentar?

—Sí, claro, Jason, un ex compañero de la preparatoria, él es Joseph Quinn.

—Su novio, para mayor información —me enfureció más el que ella no lo aclarara.

Reconoció mi apellido y empezó a alabar a Jamie, ¿estaba pretendiendo quedar bien conmigo?, ¿pensaba que por eso iba a pasar por alto lo que acababa de ver?

Cuando se marchó no pude evitar recriminarle a ____, la muy inocente no se había dado cuenta de las miraditas de ese idiota, me importaba muy poco si habían estudiado juntos, eso no lo eximía de haberle coqueteado.

En respuesta, ____ me recriminó lo de Jenny, entonces respondí sin pensar con un muy desagradable e hiriente comentario del que fui consciente al momento de sentir la fuerte bofetada que ____ me dio con toda la razón.

—¡No quiero volver a verte en mi vida! —exclamó molesta y se alejó.

—Perdóname____, por favor, perdóname no quise decir eso —espeté corriendo detrás de ella y abrazándola.

Había sido un completo idiota, pero no tenía idea de cómo manejar los celos, me cegaban completamente y perdía totalmente el raciocinio, no sabía cómo canalizarlos y la herí sin proponérmelo, me odié en ese momento por ser tan estúpido, mi única justificación era el inmenso amor que sentía por ella y haría lo imposible por lograr su perdón, no me importaba arrodillarme y recorrer todo el aeropuerto de esa manera con tal de que me perdonara, la amaba con todo mi ser y me aterraba la idea de perderla, mucho más si yo era el causante por mis estupideces.

¿Estás libre esta noche? Parte ll (Joseph Quinn y tú ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora