Madelaine Smith, una chica con una vida normal, una adolescente como cualquier otra. Vive en un pueblo pequeño de Indiana, Hawkins, con su abuela, un pueblo en el que supuestamente "no pasa nada".
Créditos: @laudiaries
La historia no es mía, solo ca...
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— Me emocionó mucho lo que le dijiste hoy a Steve. Pero no era toda la verdad, ¿no, Mads? Porque creo que una parte de vos, enterrada bajo esa culpa, deseaba que muriera aquel día. Que incluso se sintió, aliviada y feliz. Por eso te quedaste quieta, ¿no, Madelaine?Tranquila, ahora poedés admitirlo. Basta de mentiras. Basta de esconderse. Por eso, ahora la culpa te corrompe. Y te escondés de tus amigos. Te escondés del mundo. Y por eso, en plena noche, a veces desearías haberme acompañado —
Billy se acercó a mi y me desperté debido al susto que me había dado. Estaba algo confusa y tenía un dolor de cabeza terrible. Me temblaba la mano y el corazón me iba a mil por hora. Otra pesadilla más. Era como todas las otras, pero esta vez solo se encontraba Billy en ella.
Miré a mi lado, ya que noté una presencia, y vi a Steve totalmente dormido a mi lado en el suelo. Suspiré al ver que no lo había despertado, y en ese momento la voz de Eddie tras el Walkie me hizo apartar la vista de golpe.
— Dustin Henderson — decía él alargando las letras.
Me acerqué al Walkie y saqué la antena para comunicarme con él.
— Hola, soy Madelaine — dije y bostecé, cansada.
— Smith, hola — añadió emocionado al otro lado del Walkie y rodé los ojos sonriendo — Um, voy a necesitar una entrega de comida, muy pronto, a no ser que quieras que salga al exterior — añadió.
— No, no — hablé rápido y noté una pequeña risa por su parte — Perdón. Deberíamos haber ido ayer pero... — suspiré — Es largo de explicar. En cuanto consigamos la comida vamos — dije.
— Perfecto — comentó y suspiró — Oye... — habló algo nervioso y alcé una ceja — ¿Podrías traerme unas birras? Se que es una estupidez beber ahora, pero... — dijo.
— Eddie, ¿en serio? — dije incrédula y algo molesta.
— Sí. Una birra fría me calmaría los nervios — añadió y bufé. En ese momento me di cuenta que Max no estaba durmiendo con nosotros.
— Lo que sea. Tengo que irme — añadí y corté la comunicación con él.
Me acerqué a Dustin y lo meneé unas cuentas veces para que se despertara, por suerte para mi lo hizo. Me miró algo confundido.
— ¿Tú no estabas vigilando a Max? — pregunté nerviosa y él asintió.
— Si, si, si, si. Lo siento, Mads — empezó a frotarse los ojos para poder despertarse bien.
— Y, ¿dónde está? — dije de nuevo, agitada al saber que no estaba ahí.
— Está aquí mismo — señaló el sillón y suspiró — Hace un segundo lo estaba — añadió y yo rodé los ojos — Lo juro, me dormí solo... — miró su reloj y luego me miró a mi, a lo que yo alcé una ceja esperando una respuesta — Una hora —
