Madelaine Smith, una chica con una vida normal, una adolescente como cualquier otra. Vive en un pueblo pequeño de Indiana, Hawkins, con su abuela, un pueblo en el que supuestamente "no pasa nada".
Créditos: @laudiaries
La historia no es mía, solo ca...
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— Oh, mierda — exclamé al ver la casa de Rick Porreta rodeada de policías.
Después de salir de casa de Victor Creel, fuimos a por las cosas que nos había pedido aquella mañana. Le conseguimos algo de comida, agua y las seis cervezas que había pedido, pero eso no había servido de nada.
— Vengan por acá — nos indicó Nancy y nos escondimos tras una camioneta de la televisión.
— Recibimos una llamada poco después de media noche — hablaba el periodista al cual estaban interrogando — Informando de un homicidio en el lago — dijo y entre todos nos miramos — El agente Callahan y yo fuimos los primeros en llegar. Acudimos a la orilla del lago Lovers, a unos diez metros de esa casa que ven detrás. Ahí encontramos a la víctima, un alumno de 18 años del Instituto Hawkins, Patrick Mckinny — explicó y miré a Lucas, que bajaba la mirada.
— Dios mio — dijo él y nos miró.
— También tenemos a nuestro primer sospechoso — añadió el agente y volvimos a mirarlo — Eddie Munson. Si alguien tiene información, que nos avise — terminó.
— Esto no tiene buena pinta — añadió Steve y lo miré — Nada de pinta — dijo mirándome y bufé.
— Tenemos que encontrar a Eddie — comenté y agarré el Walkie que llevaba Dustin en la mano — ¿Eddie? — pregunté en un medio susurró.
— Madelaine. Menos mal — añadió algo aliviado — Los estuve llamando todo el día — explicó, se notaba algo de molestia en su tono de voz.
— ¿Estás bien? Estamos en casa de Rick Porreta — expliqué y noté como todos se juntaban conmigo.
— No, jodeme, estoy de todo menos bien — habló con la voz entrecortada.
— ¿Dónde estas? — pregunté rápidamente — Te amos a ir a buscar, no te preocupes. Pero tenés que decirnos donde estás — aclaré.
— Rocalavera. ¿La conocés? — dijo y alcé una ceja, sin saber de lo que me estaba hablando.
— Sí. Yo sé — añadió Steve y me miró — Está cerca de Cornwalls y Garret. Sé donde está — explicó y asentí, con una pequeña sonrisa en el rostro.
— Aguanta, ya vamos — dije y todos empezaron a correr mientras seguían a Steve.
— ¿Smith? — preguntó unos segundos más tarde y yo frené un poco mi ritmo.
— ¿Si? — dije algo confundida.
— No importa. Hablamos luego. Dense prisa — dijo y noté como la conexión se cortaba.
— ¡Madelaine! — me gritó Steve — ¡Vamos! — asentí y me junté con él y el resto del grupo.
Ibamos todos caminando por el bosque, siguiendo las instrucciones que daba Dustin, las cuales eran algo confusas e incoherentes. Mientras él y Steve discutían sobre por que camino escoger, yo solo podía pensar en lo mal que lo estaba pasando Eddie.
