⚔Capitulo 4:Reconciliaciones y Peleas

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-Dios te extrañe mucho... -murmuro contra mi cuello y sentí los vellos de mis brazos y espalda erizarse ante el contacto del aire caliente.

-Mentiroso -reí empujándolo contra el vidrio del ascensor para alejarlo de mi antes de arreglar mi cabello justo a tiempo cuando la puerta se abrió revelando un gran numero dos que causo confusión en mi novio falso real.

-Amo tu piso, pero preferiría evitar las miradas asesinas de tus tíos por la mañana -ironizo con su encantadora sonrisa mientras atrapaba mi cintura haciendo chocar mi espalda con su pecho- ¿Y si vamos al mío? La vista es mas linda desde el 4... -murmuro suavemente antes de morder ligeramente el lóbulo de mi oreja.

De inmediato me separe antes de caer en sus encantos, voltee a verlo mientras detenía las puertas del ascensor con mis manos.

-Tu, Finnick maldito Odair eres peligroso -acuse alzando una ceja haciendo que levantara sus manos con inocencia- Y yo, no soy tonta, buenas noches amor -despedí antes de marcar el 4 en los botones y rápidamente dar un paso hacia atrás.

-Lena no... -las puertas cerrándose en su cara lo interrumpieron y reí suavemente antes de voltear hacia la entrada del departamento de mi distrito. 

Abrí la puerta con rapidez y sigilo, pero al darme la vuelta para cerrarla una fría luz alumbro en mi dirección haciéndome suspirar rendida.

-Que curioso... -escuche su tono serio con un sarcasmo casi imperceptible- Juraría que estabas en tu habitación.

-Dejémonos de juegos August, tu y yo sabemos que hago lo que se me da la gana -espete seria cerrando la puerta sin tacto antes de voltear- No hay necesidad de fingir que somos unidos y te permito corregirme, tengo 19, ni siquiera papá me corrige.

-Claro, disculpa, lo olvide -replico con un tono nada agradable y mordaz- Helena Heavensbe siempre hace lo que se le da la gana sin importarle su familia o las consecuencias.

-No te atrevas a sermonearme idiota -señale molesta acercándoseme acusadoramente- ¡Yo me gane el derecho de, de vez en cuando, hacer lo que se me de la gana! ¡Me lo gane imbécil!

-Cierto... ¿Para cuidar a tu novio prostituto, no? -pregunto ladeando la cabeza con burla y sentí mis dientes rechinar por la fuerza que utilizaba para no lanzarme a golpearlo.

-No metas a Finnick en esto... -murmure mordazmente cerca de su rostro

-Pero no lo haces para cuidar de tu familia, ¡Para cumplir con nuestro propósito! -me grito en la cara, no resistí el impulso de empujar sus hombros haciéndolo caer sobre su silla aunque por la fuerza de gravedad esta cayo de espaldas.

-Me niego a ser culpada por esa grotesca alianza con Coín -murmure fastidiada  volviendo a acercarme- No me tientes -pedí en voz normal ofreciéndole mi mano para levantarse.

Estaba enojada, mas no era idiota.

-A tu padre lo están amenazando para que sea el nuevo vigilante en jefe, usan la salud de tu abuela y el echo de que tu no lo sabes -susurro tan bajo que de no ser por que estaba pegado a mi debido al impulso que tomo al levantarse ni siquiera lo hubiera escuchado.

-¿De que...

-¡Pero que diablos paso aquí! -El estridente grito de Eve distrajo a mi mente de toda la mierda que August acababa de soltar.

De inmediato solté su brazo y retrocedí calmando mi respiración. En seguida note como ella, los tributos, Lyme y Xavier estaban ahí. Unos adormilados, otros confundidos y bueno, Eve molesta.

-August estaba ebrio, me despertó y vine a ver que pasaba, se cayo de la silla y lo estaba ayudando a volver a su cuarto -pronuncie sin esforzarme ni un poco en una mentira mas elaborada.

Fenix ~ Los Juegos del HambreWhere stories live. Discover now