CAPÍTULO 17

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Una promesa vacía.

Tras haber peleado con una de sus mejores amigas Izuku fue a los sanitarios y comenzó a arreglarse, la verdad iba a ser muy difícil que las chicas no se dieran cuenta de lo sucedido por culpa de los hematomas que tenía en el rostro.

Con cuidado limpió la sangre y comenzó a abrochar los botones de su camisa que se habían abierto.

Una vez que este ya estaba mejor se miró ante un espejo que traía delante de él, una mueca de molestia e impotencia abarcó su rostro dejando saber que le dolía perder a una de sus mejores amigas.

Izuku: Esto no puede volver a pasar... Debes volverte fuerte y controlarlo, sino no podrás cumplir tu sueño.

Decía en una especie de reclamo hacia sí mismo mientras se recargaba en el lavamanos, después de unos segundos este salió de los sanitarios y comenzó a caminar hacia la salida.

Mientras caminaba pudo ver que los pasillos estaban bastante solitarios, el no esperaba que ya todos se hubiera ido pero lo prefería así nadie lo vería en ese estado.

???: ¿Quién te hizo eso?.

La voz de una pelinegra resonó tanto en la cabeza como en los pasillos de la escuela, no era un tono tranquilo y elegante como el que siempre llevaba sino uno molesto y preocupado.

Izuku: ¿Eh?, Oh eres tu Momo, pensé que ya te habías ido con las demás a casa.

Inmediatamente la azabache abrazó al pecoso con delicadeza para no lastimarlo más de lo que ya estaba, Izuku estaba extrañado con el comportamiento de su hermana.

Ella nunca había actuado de esa forma tan confiada y tan amable con el, su relación había sido de compañeros de departamento que se llevan muy bien, incluso no había querido portar su apellido como su pareja Jirou.

Momo: Oh rayos, mira como te dejaron, déjame crear unos parches desinflamatorios para tus heridas.

La azabache se separó e hizo lo dicho, esta colocó en las mejillas y en la barbilla algunas, incluso una en la ceja derecha pues estaba muy inchada esa zona.

Izuku: Muchas gracias Momo, volvamos con las demás para ir a casa.

Momo: Ellas ya se fueron, yo me quedé a limpiar junto con Kaminari por lo que aún seguía aquí pero podemos ir a casa juntos.

Izuku: Oh ya veo, esta bien.

Ambos comenzaron a caminar en dirección de la salida mientras había un ambiente bastante tenso e incómodo.

Para mala suerte del pecoso la pelinegra realmente tenía ganas de saber quien había golpeado a su hermano.

Momo: Entonces... ¿Me vas a decir quien fue?.

Izuku: No quiero hablar de eso.

Momo: Ya veo, respeto tu decisión... Por cierto no habíamos tenido un momento a solas como este en mucho tiempo.

Hazlo Por EllasWhere stories live. Discover now