Capítulo 18

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Velika

El día de hoy es algo despejado, así que opto por usar un vestido negro de tiras con estampado de tréboles. Hago un lazo con las tiras en cada hombro asegurándome de que esté bien ajustado, a eso le añado sandalias y lo demás lo dejo tal cual, solo me coloco mi reloj en mi muñeca izquierda.

—Buen día —saludo a todos. Mis abuelos me saludan amorosos, mi madre también y mi padre solo se limita a asentir con la cabeza.

—Hoy tendremos una reunión de la empresa, quiero que estés allí acompañándonos —me comunica papá, a lo cual niego de inmediato.

—Tengo planes, papá —respondo, desayunando tranquila.

—Cancela lo que sea que ibas a hacer, estarás acá —demanda, y yo vuelvo a negar.

—No está en discusión, así como te gusta que te avisen con tiempo las cosas pues a mí también —digo, tranquila porque mi humor está demasiado bonito como para que me lo dañen tan temprano—. Gracias por el desayuno.

—Velika —me llama cuando estoy por cruzar la puerta para ir hacia la universidad.

—Basta, Leonardo —se enfada mamá, le doy una mirada de agradecimiento y me responde con una sonrisa—. Vamos a hablar.

Esa es mi carta de salida, cada que dice eso es porque ya le ha colmado la paciencia, y eso que mi bella madre tiene mucha.

Emprendo camino mientras escucho música a un volumen algo alto para el gusto de muchos. Pero es mi carro, por ende, mis reglas.

Quién habrá dicho esas palabras.

— 'Cause I love you for infinity —canto a todo pulmón, la gente me mira raro y no me puede importar menos.

Llego justo a tiempo para la primera clase que es con Nick, al llegar al salón me encuentro con dos personas muy iguales entre ellos y diferentes al profesor que siempre me gusta ver.

—Buenos días —saludo, me ven y les brillan los ojos cuando me reconocen.

—Buen día —saludan, educados. Puedo darme cuenta de que contienen el impulso de decirme algo sobre las veces que nos hemos visto.

Hoy Alyna me ha abandonado, tuvo cita médica y no vendrá, por lo que debo sobrevivir a estos adultos con mente de niños.

—¿Viste a los que reemplazan hoy al sexi profesor Lowell? —murmuran detrás de mí, así que me acomodo para escuchar mejor.

—Sí, según dicen son sus hermanos —responde la otra chica.

—No cabe duda de que están más buenos que el pan, quiero a uno de ellos.

Sonrío escuchando la conversación, yo no busco el chisme, el chisme me busca a mí. Mi sonrisa se debe a que, aunque lo quieran, no pueden.

—Bien, todos saquen su cuaderno y tomen apuntes de lo que se proyectará —dice uno de ellos, todavía no sé sus nombres—. Antes de eso, soy el profesor Emiliano y él es mi hermano Bruno, estaremos de reemplazo durante una hora.

Todos acatan las órdenes de Emiliano, el salón se torna oscuro para que se proyecte bien lo que nos enseñarán hoy.

Voy tomando apuntes a medida que explican cada cosa, el tema está medio complicado y sé que tendré que pedir más explicaciones después.

—¿Está todo entendido? —preguntan al mismo tiempo.

—Sí —respondemos a coro, pero veo la cara de sufrimiento de mis compañeros.

Forbidden Love ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora