Una charla con Druella

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Narra Walburga:

Era un jueves cuando decidí invitar a Druella y a las niñas a tomar el té, necesitaba evitar que comprometieran a Bellatrix y Narcissa con esos dos estropajos intentos de hombres. Si puedo evitar que Bella termine presa y loca, y Cissy con un cobarde lo haré.

Con algo de suerte tendré a Druella de mi lado y si puedo convencerla a ella mi hermano es pan comido. Nosotros con Orión como cabeza de la familia somos quien determinamos si aprobamos o no un contrato de matrimonio entre un hijo negro o en su caso una hija negra. Pero sin embargo no esta de más contar con el apoyo de la familia involucrada en cuestión.

Mientras esperaba que se haga la hora del té, fui al patio donde estaban los niños con Orión, ya que quería él también crear lazos con ellos, por eso les propuso jugar un mini partido de Quidditch y ellos gustosos aceptaron.

Llame a Kreacher para que les prepare unos refrigerios y me sente en una mesita viendo como Orión y Sirius jugaban, nunca entendí muy bien ese juego, pero ellos parecen difrutarlo. Me pareció extraño no ver a Regulus volando con su padre y hermano y lo busque con la mirada, estaba sentado bajo un árbol jugando con el cesped.

Orión es lo suficientemente distraido una vez que se concentra en una sola cosa, por lo que no  me pareció extraño que no notara que Regulus haya dejado de jugar. Me levante de mi silla y fui en su dirección.

- Reggie, que sucede? Porque no estas jugando con tu padre y hermano?- le pregunté y noté que se exalto ya que no me escucho llegar a él.

- Es que no tengo ganas de jugar ahora y se nota que se estan divirtiendo y no quisiera arruinarles eso - me contesto él con la cabeza gacha.

Regulus siempre amo el Quidditch, por lo que me parece raro que no quiera ir a jugar teniendo una oportunidad así.

- Y quisieras acompañarme a mi?- le pregunté con una sonrisa. - Me alegraría mucho pasar un tiempo contigo, que me dices?

- Enserio!? - preguntó con un grito y una sonrisa enorme en su cara.

- Si- le sonreí y despeine su cabello con cariño.

- Si, me encantaría madre- trato de mantener la compostura.

- Me gustaría que me digas mamá si es que en algún momento te sientes comodo.

- Si mamá- sonrío contento.


Horas más tarde...


- Entonces me quieres decir que casi quedas en Gryffindor?- preguntó con cara de sorprendido ya que no se esperaba eso.

- QUEE!??- escuche que gritó alguien y me di vuelta notando así que se trataba de Sirius, su cara no expresaba nada más que puro asombro y desconcierto.

- Así es, casi quedo en la casa de Gryffindor, pero decidí seguir con la tradición de los Black, tradición que ustedes no están obligados a seguir, de hecho su padre casi termina en Ravenclaw, no es así querido?- me dirigí hacía Orión.

- Así es cariño- asintió y me dedico una sonrisa, dejando así a nuestros hijos asombrados ya que no era frecuente este tipo de muestras cariñosas entre nosotros.

- Entonces, si yo o Reggie terminamos en Gryffindor, no estarán enojados como dijo el abuelo Pollux?- pregunto mirandonos a ambos.

- No cachorrito, no nos enojaremos, de hecho apuesto a que seras un león, el león más apuesto que Hogwarts a visto en su historia- le digo mientras lo abrazo y lleno de besos su rostro causando su risa y un leve sonrojo ya que no se acostumbra todavía a esto.

Otra OportunidadWhere stories live. Discover now