CUENTOS CRISTIANOS

🐿 LA ARDILLA DIFERENTE🐿 08/13/2022

Era una vez en un hermoso bosque habían muchos animalitos preciosos y había mucha armonía y paz. Dentro de este se encontraba una gran familia de ardillas pero había una diferente a las demás y es que su color era blanco y esta era la más rara de todas porque ninguna otra tenía ese color y era única pero este recibía críticas de sus hermanos y rechazos y la llamaban fea y ella siempre lloraba y decía: porque tuve que nacer en una familia así? Un día con sus ojos llorosos se fue de la familia y todos se burlaban y decían que moriría de hambre sola y que era una inútil ella escuchando todo se marchó y así se fue lejos y los papa y mamá la extrañaban pero no mucho preferían a sus otros hijos porque tenían el color ya por defecto que todos conocen de las ardillas.

Una vez el cielo se oscureció y fuertes vientos azotaron el bosque y todos los animales se escondían, era una gran tormenta y las ardillas todas buscaron refugió y entraron en árboles pero 2 ardillas fueron lastimadas debido a que el viento era tan fuerte que fueron derribadas al suelo y no podían caminar y se decían llorando no quiero morir, pero vieron a lo lejos que venía algo corriendo y era su hermano si, esa ardilla rechazada por ellos mismo y les dijo vengo a salvar mi familia y así uno a uno los ayudo a esconderse en el árbol y cuando hubo pasado todo y calmada la tormenta lloraron y pidieron perdón sus hermanos y le rogaron que no los odiara y la ardilla les dijo: yo me fui porqué sentía mucha tristeza por sus comentarios pero aprendí que al que se ama por más que te odien y te hagan daño siempre debemos hacer el bien y se abrazaron y así fueron feliz

NOTA ESPECIAL: El odio solo nos envenena el alma nunca guarde rencor ni odio Dios quiere que ames a tus enemigos aunque te hagan daño no importa sea familia sea amigo el amor cubre multitudes de pecados y el amor restaura.

S. Mateo 5:44
Pero yo os digo: Amad a vuestros enemigos, bendecid a los que os maldicen, haced bien a los que os aborrecen, y orad por los que os ultrajan y os persiguen;

Por: Jonathan Santana