El Pastor tenia muchas ovejas, las mas ancianas casi caminaban, las mas jóvenes correteaban, las bebes las tenia aparte, pero había una que era su dolor de cabeza, era una oveja perezosa, se la pasaba durmiendo, se levantaba tarde, comía acostada, bebía agua acostada y se la pasaba echada, no iba a los paseos del día, en general nada hacia, el pastor trataba de estimularla pero nada la estimulaba, si la amarraba tenia que arrastrarla, si la esperaba no llegaba, ya no sabia que hacer con la oveja perezosa, así que solo la dejaba tranquila, por las noches se sentaba a su lado, la acariciaba, lloraba por ella, la abrazaba y allí algunas noches quedaba dormido junto a ella, y la oveja creció y no tomo nada de lo aprendido en serio y así envejeció y allí murió debajo del arbol donde siempre descansaba.
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CUENTOS CRISTIANOS
SpiritualUna mejor forma de leer, de edificar las vidas, Dios les Bendiga. 😇
