1

8.7K 422 16
                                    

-Gracias -Dije con una gran sonrisa a la mujer detrás de el mostrador, para después alejarme con mi muy caliente café en mano y miré la hora, 8:37. Mierda, otra vez tarde.

Corrí al auto para después encenderlo y poner el café en un lugar seguro, ésta vez seguro que el jefe me mataría. Iba lo más rápido que podía y, obviamente, el tráfico de Washington no ayudaba nada.

Decidí de imprevisto dar vuelta en una calle menos transitada en comparación a las grandes avenidas, por las cuales tardaría horas. La vuelta repentina causo que el café, aún bastante caliente, se derramara sobre mi. Frené rápidamente a causa de ese horrible dolor y bajé con gran prisa.

No habían autos detrás de mi, ni personas dispuestas a mirar, por lo cual estuve más tranquila, obvio sin mencionar el café hirviendo sobre mi.

-No es cierto -Gruñí para mi misma al ver el aspecto de mi falda anteriormente blanca. Tomé un pañuelo de dentro del auto y comencé a limpiar con gran rapidez toda la mancha.

-¿Estás bien? -Dijo una voz desconocida detrás de mi, y me di vuelta. 

Era un hombre de unos cuarenta, llevaba barba de unos cuantos días y traía puesto un impecable traje.

-Si, claro. No te preocupes -Y volví a mirar el reloj, las 8:54. Casi media hora tarde.

-¿Segura que estás bien? -Y me miró de arriba a abajo con tanto interés que, tengo que admitir, me dio asco ligeramente. 

Se acercó unos cuantos pasos a mi, dejando una distancia de escasos centímetros entre los dos y permitiéndome ver un ligero cojeo con su pierna izquierda, éste metió su mano izquierda dentro de su saco para después sacar un pañuelo de tela morada un tanto más limpio que el anterior proveniente de mi auto.

Lo miré con agradecimiento para después tomarlo y volver a mi falda llena de café.

-Sabes, esto de los atajos es un asco -Dije tratando de romper aquel gran silencio.

-Créeme, lo sé, nunca sabes con que clase de locos te puedes encontrar -Dijo con un tono un tanto extraño, para después acercarse más a mi. Me puse derecha al ver que éste ahora estaba a escasos milímetros de mi, comenzaba a ponerme nerviosa.

Tomé el pañuelo y lo doblé rápidamente -Muchas gracias -Dije, y le ofrecí el pañuelo con gran amabilidad, sin importar lo nerviosa que éste me ponía. Aquel hombre no sacaba sus ojos de mi.

Unos segundos después de aún tener el brazo extendido hacia él me percaté de que no tomaría el pañuelo, esto cada vez comenzaba a ponerme más y más nerviosa. Estaba dispuesta bajar el brazo cuando éste me dio un gran golpe, haciendo que soltara el pañuelo.

-¡Oye! ¿qué te... -El terminar la frase me fue imposible, ya que al instante el hombre me tomó por los brazos y después tapó mi boca con un gran pedazo de tela. Luché y grité con todas mis fuerzas, aún llena de miedo, pero todo intento me fue inútil. 

Nadie se detuvo a mirar qué pasaba, nadie se detuvo a ayudar, nadie apareció.

A los segundos mi vista comenzó a tornarse bastante borrosa y un terrible sueño me invadió por completo, impidiéndome seguir luchando, para después caer completamente dormida.


Hotchner P.D.V

-... abusa sexualmente de ellas y las tortura mientras las tiene, el poder sobre ellas le excita -Dijo Reid.

-Por lo que pensamos es un hombre entre treinta y cuarenta años, es por completo bastante social y de buen aspecto, destaca en su comunidad y sus vecinos estarían completamente sorprendidos de verlo en problemas. Éste sospechará y estará al tanto de cualquier movimiento policial y hará cualquier cosa por evitar que lo atrapemos, por lo cual pedimos extrema discreción. Gracias -Y todos se fueron a sus respectivos puestos al terminar de dar el perfil.

Me encaminé rápidamente, con Reid y JJ a mi lado, hacia la oficina principal donde estaba el resto del equipo. Al llegar y, antes de poder decir algo, entró García rápidamente.

-Señor, otro secuestro -Y todos la miraron al instante.

-Tres víctimas en una semana, se está acelerando -Dijo Rossi al instante.

-¿El mismo sello? -Pregunté.

-Así es. El mismo pañuelo, pero ésta vez esta sucio de lo que parece ser café -E hizo un extraño gesto.

-¿Ya saben su nombre? -Preguntó Rossi. García lo miró al momento.

-Así es. Su nombre es ______ Edminster, 25 años, ex agente de la CIA -Y todos se miraron unos a otros bastante sorprendidos -No llegó a trabajar esta mañana y encontraron su auto abandonado a unos kilómetros de aquí.

-¿________? ¿________ Edminster? -Pregunte rápidamente. No, no podía ser ella. 

Traté de ocultar el nerviosismo en mis palabras lo cual, creo, no funciono tan bien.

-Así es señor -Confirmó García.

-Entendido. Reid -Y lo miré, éste respondió al instante. Todos me miraban, sus expresiones estaban llenas de confusión, decidí ignorarlo. No era momento de hablar de ______, no sin que ella me lo permitiera. En ese momento me hice la promesa de que la encontraría -Tu y Morgan vayan a la escena del crimen. JJ y Rossi contacten a su familia.

-Entendido -Respondieron todos al unísono para después salir de aquella oficina.

-Muéstrame todo lo que sepas de _______ -Dije dirigiéndome a García. Ésta asintió con la cabeza para después seguirla hacia su oficina.

Mi Genio Favorito ~Criminal Minds~ (Spencer Reid)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora