Mi Genio Favorito ~Criminal Minds~ (Spencer Reid)

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-¿Sabes? no me arrepiento de nada -Dije, para después comer un poco más de helado.

-¿Así das las gracias? -Y soltó una pequeña risa ahogada, para después mirarme fijamente.

-Han pasado casi cuatro meses, y bueno, eres muy inteligente, sabes que no necesito decirlo -Y di un gran suspiro -Cuatro meses limpia -Dije con una gran sonrisa, orgullosa. Nos quedamos mirando uno al otro por unos minutos. Spencer y en parte Aaron me había sacado del hoyo, y se sentía bien.

Interrumpiendo el momento el celular de Spencer sonó y, al ver su mirada, lo supe.

-¿Otro caso? -Pregunté, y se puso de pie para tomar su típica mochila y colgársela del hombro.

-¿Sigues segura de no querer volver al equipo? -Y guardó su celular al momento.

-Para empezar nunca estuve en él -Y nos sonreímos ligeramente -Cuídate, ¿quieres? -Dije por fin después de unos segundos, y salió del departamento sin antes despedirse con un corto abrazo, lo cual era bastante inusual.

-Nos vemos en unos días -Y desapareció con una gran sonrisa detrás de la puerta del elevador.

Hotchner P.D.V

-Muy bien, ¿qué tenemos? -Preguntó Rossi al llegar a la sala y tomar el último lugar disponible.

-Bueno, al parecer viajaremos a Pittsburg, California -Dijo García, y al instante numerosas fotos aparecieron en la pantalla -Cuatro familias fueron asesinadas en las últimas tres semanas, mismo método y todas las escenas están completamente limpias, fueron encontradas en sus respectivas salas y, según el informe de la morgue, todos los cuerpos han sido encontrados con un máximo de dos días después de su muerte.

-¿Dos días? -Preguntó JJ -Es mucho, ¿nadie los reportó como perdidos?

-Nadie, y aquí es donde se pone más raro -Continuó García -Al parecer la familia Hemns y la familia Hoogan, quienes fueron los primeros dos en ser encontrados y, según los reportes, más recientes, se encargaron de avisar a la escuela de los niños y al trabajo de los padres. Básicamente pidieron vacaciones.

-¿No dieron razones? -Preguntó Rossi.

-No, nada, solo se fueron -Confirmó García.

-Bien -Dije mientras veía las fotos con detenimiento -Aunque no hay mucha información del caso, el método habla mucho de sí. Es completamente estético, probablemente perfeccionista, nada de enojo hacia ningún miembro de la familia, la casa está en orden y nadie vio ni escuchó nada.

-Aunque el que sea perfeccionista nos puede facilitar muchas cosas, no tardará en cometer errores -Dijo Reid -Aunque...

-El más mínimo error podría hacerlo explotar -Interrumpió Morgan.

-Bien, saldremos en 20 -Dije, para por fin salir de aquella sala.

Aquella reunión había sido corta, ya que al faltar un miembro en el equipo nos habíamos acostumbrado a hacer básicamente todo en el avión.

-¿Hotch? -Dijo García a mis espaldas con el teléfono de la sala en mano -Al parecer encontraron otra familia.

________ P.D.V

-Mierda -Dije para mí misma.

Me apresuré lo más que pude para después bajar rápidamente las escaleras y en su momento subir al auto. Conduje lo más rápido que pude, pues yo no era de llegar tarde, sin excepción alguna.

-Llegas tarde -Dijo Mike al verme correr a través del estacionamiento del lugar que visitaba cuatro días a la semana.

-Igual tú, idiota -Y nos sonreímos. 

Llegamos rápidamente a nuestra respectiva área, donde el entrenador de cada uno ya nos esperaba.

-Bien, pensé que no llegarían -Y nos sonreímos de nuevo -Empecemos. La misma secuencia niña.

Llevaba casi dos meses entrenando al igual que Mike, y Roy, mi entrenador, había decidido llamarme "niña" desde el primer día, lo cual en cierto aspecto me gusta cómo se escucha.

Después de nuestra renuncia en la CIA no habíamos pensando en nada más que en buscar trabajos pasajeros, aunque después de aquel accidente donde había conocido a la UAC, todo había cambiado.

Todo iba conforme la rutina hasta que, por un mal golpe de parte mía, logre oír mi muñeca crujir.

-¡Mierda! -Grité.

-Mal golpe, ¿estás bien? -Preguntó Roy un tanto alarmado, para después acercarse a mí rápidamente y ayudar a quitarme el estorboso guante.

Decidí sentarme unos minutos mientras Roy revisaba mi muñeca, aunque no duró tanto ya que había decidido que me la había fracturado.

-Estás bromeando -Dije -Ni siquiera duele -Y al tratar de apoyarme, ésta logró deformarse notablemente, acompañada de un intenso dolor.

-Al hospital -Ordenó Mike un tanto decepcionado -Ahora.

-Horas después-

-Muy bien, tengo que aceptar que tu vida es un asco -Dijo Mike mientras se reía.

-¿Qué voy a hacer con este yeso? Ni siquiera lo necesito -Y me miré una vez más la muñeca.

-Bueno, tienes que agradecer que lo que no necesitaste fue cirugía -E igualmente miro mi muñeca -Y también tienes que aceptar que es un bonito yeso, te ves bonita con yeso -Y los dos nos echamos a reír.

Íbamos caminando tranquilamente hacia el auto de Mike, cuando mi celular comenzó a vibrar.

-¿Aaron? -Respondí al instante. Hace un par de días que habían dejado la ciudad y, por lo general, no volvía a escuchar de ellos hasta que regresaban, así que aquella llamada comenzaba a alarmarme.

-_______ -Dijo un tanto agitado y en voz baja -Te necesitamos. A ti y a Mike.

-¿Qué? -Aaron no solía pedir ayuda en lo absoluto.

-Urgentemente -Y colgó la llamada. Planeaba regresar la llamada cuando un mensaje hizo vibrar mi celular nuevamente.

-¿Qué sucede? -Preguntó Mike al ver mi expresión.

-Al parecer nos necesitan en California.