Pensamientos Caóticos

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Dedicado a: Chirlandri charl0tte_01 Lexle94 honey_lover_deer Marimar207

Tal como había dicho el médico, cuando se le pasaron los efectos del láudano, Aziraphale sintió todos sus músculos adoloridos, por lo que se le fue suministrado más

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Tal como había dicho el médico, cuando se le pasaron los efectos del láudano, Aziraphale sintió todos sus músculos adoloridos, por lo que se le fue suministrado más. También le llevaron el desayuno a su recámara, se sentía extraño, ya que él siempre había sido quien llevaba las bandejas de comida a sus señores, no creía que se fuera a acostumbrar a los tratos qué normalmente él daba a alguien.

Su corazón se hinchó de amor al ver que de postre había una rebanada de pastel de limón.

Toda la semana fue colmado de atenciones, si no hubiera estado en cama rodeado de edredones y cojines, se habría ido de espaldas al enterarse qué estaba en la misma habitación de Crowley. Lo descubrió cuando llegó la hora de dormir y este se acomodó en un diván, e incluso pensó en darle algo de privacidad a su prometido, ocupando una de las habitaciones de invitados.

Aziraphale lo negó y pidió ser él quien fuera trasladado.

-De ningún modo. Mereces todo lo mejor. Además seria arriesgado moverte, aún estas muy lastimado.- Replicó él príncipe.

Para no seguir discutiendo, ambos dormían en la misma cama, aunque el personal y la corté se escandalizaran que el príncipe durmiera con alguien con quien no estaba casado, a él le importaba un pepino, lo estaba cuidado, no haciendo cosas indebidas, y de todos modos iban a casarse, no veía el por qué de tanto alboroto.

A mitad de la semana, Crowley mando llamar a cierta persona especial.

Anathema fingió no impresionarse cuando cruzo las puertas del palacio. Traía consigo una canasta, pues la carta del mismo príncipe decía que trajera los mejores de sus jabones y aceites perfumados. También secretamente trajo infusiones medicinales, había visto el estado en el que su amigo salió de la mansión Fell.

Fue conducida por una doncella hacia el salón del té, donde el príncipe la esperaba con galletas y café. Le hizo una seña a la doncella para que los dejara solos.

-Así que... príncipe.- Dijo Anathema con descaro. Se arriesgaba mucho al hablarle al príncipe, sin este antes haberle dirigido la palabra primero. Por supuesto, a Crowley no le importaban mucho las formalidades.

-Debió ser una gran sorpresa.- Rió él.- Sobra decirte que Aziraphale esta en buenas manos.-

-¿Por qué le mentiste?- Se cruzó de brazos

-No le mentí, le oculte parte de la verdad.- Respondió sin dejar su mirada pícara. 

-Eso sigue siendo mentir.-

Ángel De Ceniza [Good Omens]Where stories live. Discover now