Amor cruel⭐

👑CAPÍTULO 58👑

LYS

Mire a Alexander dormir, envidiando lo fácil que lo hacía ver. Aparte un mechón de cabello de su frente, el cual ya estaba lo suficiente largo. Libere un ligero suspiro.

¿Qué estoy haciendo?, ¿Qué estamos haciendo?

Definitivamente, cupido es perverso y estaba jugando sucio conmigo, porque justo en este momento me pregunto lo que siento por el chico a mi costado. Porque, aunque intento ignorar esa sensación cálida en mi pecho, no puedo.

Realmente algo está mal en mi cabeza, porque no veo con claridad los riesgos de enamorarme de él. Ya me enamoré una vez, y las consecuencias fueron catastróficas, no puedo cometer el mismo error.

Ante el sonido entrante de un mensaje, me alejé de su calidez y abrí el mensaje. Dedique una mirada a Alexander antes de apartarme y salir de la cama. Y al llegar a la terraza, me encontré con él, recargado en el barandal, contemplando la ciudad a la distancia.

—Hoy lo hiciste bien —murmuró, al colocarme a su lado.

—¿Por qué él? — pregunté.

—Porque eras tu mayor miedo —dijo sincero.

—Se divierten conmigo, ¿no?

El tío Emilio me miró.

—Claro, Lys, porque eres la bastarda. Pero al igual que a mí, no han hecho más que subestimarte.

—¿A qué has venido? —cambie de tema.

—Advertirte, que las caras bonitas no solo albergan al peor monstruo de todos, también pueden convertirse en tu debilidad. Por eso debes dejar a ese chico.

—Yo...

—Recuerda que el amor es cruel, pero sobre todo que él no pertenece a nuestro mundo. Y si en verdad te importa ganar este juego, demuéstrales a todos de lo que eres capaz, pero primero debes alejarte de él.

—No te preocupes por ello, ganaré, pero a mi manera —dije.

—¿En serio crees que puedes controlar todo esto? —Señaló su alrededor—. Lys, al único ser que puedes controlar, es a ti mismo, y a veces pierdes el control por varias razones, y una de ellas es ese chico, al cual utilizaran en tu contra para ganar y créeme, lo lamentaras.

—Parece que también me subestimas, Emilio.

—¿Sabes cuál es la prueba final? —Preguntó. No le di repuesta—. Si no te alejas de él, él será tu prueba final, y si dudaste con Booklier, quien solo te utilizo, no imagino que sucederá con él tomando su lugar —dio un paso a mí— o ¿te atreverás a tirar del gatillo sin dudar?

Ante mi silencio, retrocede un paso, pero sin apartar la mirada de mí.

—Dime Lys —oculta sus manos en los bolsillos de su pantalón— ganaras el juego o solo mostraras una vez más lo patética que puedes llegar a ser. Avergonzando el apellido y a ti misma.

Sus palabras encienden la ira en mi pecho.

—No soy como tú o Loíza —expuse— no mataré para ganar un juego en busca de aceptación o poder, y si eso me hace patética, entonces lo soy.

Una sonrisa curvó sus labios, pero no era una sonrisa divertida, sino irónica, delatando lo irritado que estaba por mis palabras.

—Lys, el poder lo es todos por dos razones —dice— intentas mostrarle algo a los demás —da de nuevo un paso a mí, sujetando mi barbilla— o quieres proteger por medio de él a alguien más.

Aparte su mano de mi cara, retándolo con la mirada.

—No soy como ustedes —repito—. No asesinaré el único chico que me amo y vio como mi familia como lo hizo Loiza, o asesinaré a mi madre, como lo hiciste tú.