Cap.1

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Primer día de clases. Cuanto odiaba los lunes. ¿No podían simplemente desaparecer?

—Lisa, llegaras tarde a clases. Ya levántate dormilona.—

—Ya voy, mamá—

Respondió una adormilada Lisa desde su cama. Se levantó a duras penas de su cómoda y calentita cama. Fue directamente al baño, y lavo su rostro. La fiesta del día anterior la había dejado agotada. Un mensaje llegó a su celular. Tomó el cepillo de dientes y lo embarro de un poco de pasta dental, lo llevó a su boca comenzando a lavar sus lindos y perfectos dientes. Salió del baño mientras lavaba sus dientes, comenzando a vestirse, acomodo el cuello de su camisa, puso sus pantalones, su chaleco de rombos en tonos azules, y sus zapatos. Tomó el celular que tenía en su mesita de noche, tenía un mensaje de su mejor amiga Rosé.

Ardilla Rosa🐿
—Lalisa, ¿me puedes explicar porque Sehun publico unas fotos del día de ayer dónde salías besandote con la odiosa de Irene?—

La pelinegra entró en pánico. Busco entra sus redes sociales las dichosas fotos que su mejor amiga decía. Hasta que las encontró. Claramente se veía ella, besándose con Irene. Escalofríos pasaron por todo su cuerpo al solo imaginarse besando a la prima de su rival. Su teléfono comenzó a sonar com insistencia. Una llamada de su mejor amiga se hacía presente, dudo en contestar, para finalmente deslizar su dedo por la pantalla atendiendo la llamada.

—¿S-si?—

—¿Estás consciente de lo que hiciste? Pedazo de estúpida—

El grito de su mejor amiga del otro lado de la línea hizo que se alterará.

—Rosie... calmate, ayer no estaba en mis cinco sentidos y no pude evitarlo—

—Pues ahora tendrás que explicarle eso a WonJun—

La tailandesa sacó el cepillo dental de su boca, miró su rostro en el espejo temiendo que sea la última vez que lo vea así de sano. De algo estaba segura, llegaría a su casa con unos buenos golpes de su amigo.

—¿Lisa? Lalisa, te estoy hablando—

Insistía una rubia del otro lado de la línea, al no obtener respuesta de su mejor amiga.

—Si, Roseanne. Ya te escuche—

—Más te vale que vayas preparándote mentalmente para la golpisa que te va a dar WonJun—

Sin más. Su mejor amiga cortó la llamada. Siguió arreglandose tratando de calmar sus nervios. Terminó de arreglarse y bajo a la sala, dónde se encontraban sus padres, y su hermano menor Bambam.

—Hasta que bajas. Tú padre te llevará a ti y a Bambi a él instituto. saliendo quiero que se arreglen bien, tendremos una comida muy importante con los Kim—

—¿Los Kim?—

—Si, Lalisa, Los Kim. Ya sabes, los padres de la chica linda que es de las porristas... ¿cómo se llamaba?—

—Oh no... ¿Hablas de Jennie Kim?—

—Exacto, esa misma. Así que quiero que se pongan presentables, y no hagan destrozos, por favor—

Lisa se lamentó internamente. Su padre se levantó del comedor en dirección a la salida. Lisa y BamBam fueron detrás de el, pues ya iban un poco retrasados, gracias a la pelinegra.

Pasaron al rededor de 10 minutos, y llegaron a la universidad. Era la universidad más avanzada de Francia. Bajaron del auto y se despidieron de su padre.

—Gracias por traernos, papá—

Agradeció la pelinegra a su padre, esté les sonrió y dejo un beso en cada mejilla de sus hijos.

—No es nada. Ya escucharon a su madre, en cuánto lleguen se areglan. Le dije a Wang que viniera por ustedes a la salida. Los llevará a la pastelería de los Choi, deje encargado algo, quiero que ustedes se hagan responsables de llegar con ese paquete en buen estado hasta casa. ¿Pueden hacerlo?—

—Si, papá— dijeron los dos al unísono.

—Eso es. Ahora, entren a clase, espero tengan un buen día hoy—

El par de hermanos entraron a su institución. Bambam se fue con sus amigos rápidamente, mientras que Lisa buscaba con la mirada a su mejor amiga.

—Lalisa— gritaba una rubia a lo lejos.

Lisa se dio vuelta sobre sus talones, viendo a su mejor amiga acercarse. Una vez estuvieron cerca, Rosé se dejó caer sobre su amiga.

—¿Qué haces? Maldita loca, me vas a ensuciar— se quejaba la pelinegra.

—Cállate, quiero ver tú hermoso rostro antes de que WonJun lo deforme—

La pelinegra rodó los ojos, paso su brazo por los hombros de su amiga y caminaron en dirección de la primera clase. Para la suerte de Lisa, no se encontró con WonJun.

Pasaron las horas, hasta que fue la hora del entrenamiento. La pelinegra fue con su rubia amiga a los vestidores, dónde cambiaron su ropa por un short, y una camisa sin mangas con el logotipo de la universidad. WonJun hizo acto de presencia, viendo directamente a Lisa, la pelinegra trago grueso viendo a su amigo acercarse, cerró sus ojos esperando el primer golpe... pero esté nunca llegó a su rostro.

—Lisa... ¿Estás bien?— pregunto el peligris a su amiga.

—¿No vas a golpearme?— Pregunto la pelinegra con cierto miedo.

—¿Golpearte? Para nada, al contrario. Vengo a agradecerte—

—¿He?— una rubia confundida veía como bicho raro a su amigo, se acercó a él y tocó su frente. Verificando así que esté no tuviera temperatura. —Lisa, no parece tener temperatura, y tampoco tiene algún golpe en la cabeza—

—¿Qué haces? Tanto tinte ya te afecto en las neuronas— se quejaba el chico tratando de quitarse de encima a la rubia.

—Explícame que no entiendo nada— pidió la pelinegra.

—Digamos que... llevaba un tiempo intentando encontrar una razón para terminar con Irene. Es una odiosa manipuladora y presumida. Así qué, supongo que gracias—

El par de amigas veían incrédulas al chico frente a ellas, él sólo rodó los ojos y se fue a hacer calentamientos. Lisa, a pesar de ser fuerte y ser temida por algunas personas en el instituto, sabía qué ella no era contrincante para WonJun. ya qué el chico tubo un entrenamiento muy duró durante años. Sin mencionar que sabe karate.

La pelinegra sálio de su transe al ver que el chico ya no se encontraba cerca, le dio un zape a su amiga al verla con la boca abierta y la mirada perdida.

—¡Oye! ¿Por qué me pegas?—  se quejo la rubia.

—Te quedaste cómo estúpida viendo a la nada— se encogió de hombros.

Ambas chicas fueron a hacer calentamientos. Lo que no se esperaban es qué el horario de las porristas había cambiado. Nuevo año, nuevo horario.

Un grupo se chicas con uniformes en color rojo y detalles negros, hacían presencia del otro lado de la cancha de baloncesto. Rápidamente una castaña comenzó a hacer gestos al ver a la persona más irritante que había conocido. Lalisa Manobal estaba en entrenamiento.

—Ay no... esto no puede ser posible— una castaña se quejó. Llamando la atención de sus compañeras.



Amárrame.  Jenlisa [G!P]On viuen les histories. Descobreix ara