Escudo de Invierno.

Capítulo 54

Advertencia: Esta historia NO ES MÍA, es una adaptación del libro "Shield of Winter" de NALINI SINGH, por lo tanto todos los derechos de la historia son para ella, al igual que los personajes de Masashi Kishimoto usados en esta adaptación, ahora si disfruten de su lectura.

Advertencia 2: A partir del libro 11 la traducción de la saga es realizada por fans, por lo que el trabajo de esta traducción es de; CarpeDreams.

−SI ALGUIEN EN el equipo tiene la intención de tener una vida más allá del Silencio, tenemos que rehabilitar −Hashirama se detuvo, consciente de la incongruencia de usar esa palabra− la percepción sembrada en la mente de la población de que somos homicidas y asesinos. Eso puede ser cierto, pero no va a ser útil en el futuro.

Las cejas de Sakura se juntaron.

−No llames al escuadrón así −dijo ella, su voz feroz−. No lo digas acerca de ti, tampoco.

Hashirama sostuvo la mirada de Sakura.

−Somos asesinos, Sakura. Eso no puede ser alterado.

-Hashirama. -Sasuke negó con la cabeza casi imperceptiblemente-. No le recuerdes algo que parece haber olvidado.

Pero ya era demasiado tarde, Sakura dio un paso hacia delante para enfrentar a Hashirama.

−Fuisteis asesinos, actuasteis en operaciones encubiertas, como quieras llamarlo. Obedecíais órdenes. Y sí, debéis responsabilizaros por vuestras acciones, pero también fuisteis reclutados siendo niños y programados para seguir esas órdenes, para cometer esos actos. −Con voz baja e intensa, continuó antes que él pudiera interrumpirla−: Eso os da el derecho de ser un poco indulgentes con vosotros mismos. Estáis tratando de cambiar las cosas ahora, habéis puesto vuestras vidas en peligro una y otra y otra vez para ayudar a los indefensos.

−¿De qué forma −dijo Hashirama−, es eso suficiente para borrar el pasado?

−De ninguna forma −dijo Sakura con suavidad−. Todos tenemos que vivir con nuestro pasado, pero eso no nos tiene que definir. −Ella pasó una mano por su pelo, su cola de caballo soltándose, desmarañada, dejando un halo de rizos alrededor de su cara−. ¿Lo que estáis haciendo ahora que habéis roto vuestras cHashiramaas? Esas son las opciones reales, las que van a definiros.

Sasuke pasó su mirada de uno al otro. A Sakura, quien alcanzaba partes de él que no había sabido que hubiesen sobrevivido hasta su llegada. Y a Hashirama, que se había negado a entregarlo al abismo. Eran las dos partes más importantes de su vida, y ahora estaban de pie frente a él, la feroz negativa de Sakura de dejar que se hundiese, de permitir que cualquiera de ellos se hundiera, contra la tenaz voluntad de hierro de Hashirama.

−¿Por qué luchas por nosotros? −Preguntó Hashirama, su tono tranquilo−. Por Sasuke, lo entiendo. Él es tuyo. ¿Pero, por qué el resto de nosotros es importante?

−Porque vosotros sois su familia, y porque lo que sea que hayáis hecho, habéis pagado el precio por ello con un dolor que ningún niño debería haber soportado, al no permitiros ni siquiera existir. −Ella tocó con sus dedos el hombro de Hashirama−. Basta, Hashirama. −Fue una suave súplica−. Esto no se trata solo de rehabilitar la imagen pública del escuadrón, es sobre la visión que tienes de ti mismo y de tus Flechas.

−¿Aceptarías a los otros Flechas en tu casa, Sakura? −Preguntó Hashirama−. ¿Realmente los tratarías como familia?

−Por supuesto −dijo, como si la respuesta fuera evidente, como si todas las mujeres le dieran la bienvenida tan alegremente a un escuadrón de asesinos entrenados en su casa.