break up with your boyfriend ; young miko

Chapter XVII.

Cuando entré a la habitación del hospital no esperaba encontrarme a Mateo tumbado en la camilla junto a Nicki.

—Victoria, hola.

—Hola, Arca. ¿Cómo está ella?

—Mejor.—forzó una sonrisa.—Ya pasó Lo peor.

—Pero tiene muchos cables...—asintió.

—Sí, dijeron que se los quitarían.—intervino Austincito.

—¿Qué le pasó?

—Un loco la arrolló con el carro, suerte que nada más se quemó, la estuvieron haciendo unos exámenes para comprobar que todo estuviera bien y bueno, por suerte lo está.—suspiré aliviada.—Tiene la pierna delicada, creo que irá en la silla porque odia las muletas.

—¿Y saben quie...—mi vista viajó a la camilla, Trueno estaba dándole besos y susurrándole cosas ahora que estaba despierta, la vi sonreír un poco.—¿Quién fue?

—No, igual ya están investigando.—asentí.—¿Quieren que las dejemos a solas?

—Está bien con él.—Austincito puso mala cara.

—Pensaba que estaban juntas.

—Es complicado.

—¿Desde ahora es complicado, que será cuando lleven años de feliz matrimonio?.—preguntó Chesca.

—Che, voy a ausentarme un rato para ayudar a mi viejo con algo, cualquier cosa que necesiten ustedes o Nicki me tiran un callin'.

—Gracias.—dijeron al mismo tiempo.

—Ya vámonos nosotros también.—mi cuñado comenzó a empujarlos hacia afuera.

Cuando me quedé sola con Nicki no supe cómo acercarme.

—¿Donde estabas?

—Nicki...

—¿Con Catalyna?

—No.

—¿Con quién estabas?

—Con Lali.—desvió la mirada al escuchar mi respuesta, fui hacia ella con cautela porque no sabía como es que iba a reaccionar.

—Yo si estoy pendeja.—negó con su cabeza.—Estaba regresando a la suite, sin mirar por donde caminaba, por eso me arrollaron, solo quería llegar bien rápido a reunirme contigo, pa arreglar las cosas, intentarlo al menos y en cuanto me fui ya tu estabas llamando a una de tus booty call.

—Lo siento.

—¿Es todo lo que vas a decir?

—No voy a ponerte excusas, estuve mal y lo asumo, estaba frustrada y necesitaba...—me quedé callada.—Pensé que me sentiría mejor y olvidaría nuestra discusión.

—Metiéndote con otra.

—Mala mía.

—¿Cada que discutamos vas a llamar a alguien?

—No, Kitty.

—No me llames así.

—Perdón, Nicki.—seguía sin mirarme.—Carajo, lo siento mucho, ¿si?

—Arranca pal carajo.

—¿Eso quieres?

—¿Vas a hacerte la víctima ahora después de todo?

—No me hag...—la puerta se abrió.

—Mamichula, te traje algo.—rodé los ojos al verlo con rosas.