Ceremonia

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—mi niña preciosa, hoy es tu gran dia, en el que te unirás al amor de tu vida para siempre y serán muy felices— Juan tenía sentimientos encontrados. Miró al cielo y sonrió, su hermano estaría muy orgulloso de su pequeña.

Guillermo volvió a la entrada junto a Leo quien cargaba al bebé y se quedó a su lado, aún faltaba para iniciar la boda en lo que llegaban más invitados. Anto se acercó a ellos y palmeó la espalda de Memo.

—como le hiciste para sacar al tío de la carcel? Ella se ve tan feliz— se acomodaba el collar y veía que nada estuviera en desorden con el vestido que llevaba.

—fue algo complicado, al principio se iba a acordar que el saliera unos días para la boda, pero gracias a una persona que nos apoyó con abogados se hizo investigación y ahora el está libre por buena conducta— el omega tomó a su bebé para arrullarlo un rato.

—seguro que ese fue Scaloni, a el no se le escapa nada— volteó a ver a los demás —TINI ACOMODATE ESO— caminó hacia la joven para poner su vestido en orden, ella era la más interesada en que todo saliera bien. Leo se rió un poco al verla así de apresurada.

—ya ya, lo tengo acomodado Anto, calma que te dará un paro antes de la boda—

—ya me calmo pero quiero que esto salga bien— estaba contenta pero parecía nerviosa

Las puertas de la catedral se abrieron, dos jovencitos las sostenían y el sacerdote dió la bienvenida, el novio entró primero ya que no podía ver a su novia hasta que iniciara la ceremonia, Memo, Leo, Cris, de Paul y el Dibu eran sus caballeros de honor, lo mantenían "tranquilo".

Apenas pasaron unos minutos y todos estaban ya en sus lugares, Julián miraba la puerta, su corazón se aceleró al verla abrirse. Realmente era ella? Con ese bello vestido blanco. Iba de la mano de su tio. Tragó saliva, no quería estar soñando. Unas lágrimas cayeron de sus ojos al verla acercarse, deseaba con toda su alma tomar su mano.

Cada segundo era eterno, estaban tan cerca pero tan lejos, quiso dar un paso pero cris lo sujetó por atrás, el momento esperado llegó.

Juan tomó la mano del novio y la de Xóchitl para unirlas. —Julian, te doy la mano de mi sobrina, amala y cuidala o yo mismo te arrancaré los huevos con un tenedor— memo tapó la boca del señor y le susurró algo al oido. El rostro de Álvarez había perdido el color.

—lo siento, pero cuidala mucho, es mi niña— al decir eso fue a su lugar y se sentó.

Julián quitó el velo y pudo ver el hermoso rostro de su futura esposa, estaba mas feliz que nunca.

La ceremonia tomaba su curso correctamente. Ambos dieron el si.

—si alguien se opone a este matrimonio que hable ahora o calle para siempre— por inercia todos incluyendo a los novios miraron a la puerta.

No hubo novedades así que suspiraron aliviados, las campanas de la parroquia sonaron. La boda había concluido y la pareja de esposos salía de ahí entre una lluvia de petalos de rosa y arroz.

Las damas de honor estaban felices y platicaban entre ellas así como los caballeros.

—estuviste silencioso mi pequeño caballero— Memo besó la frente de su bebé.

La fiesta sería algo tipico mexicano en un enorme salón y música sonidera. Al llegar la tarde todos se fueron acomodando en sus mesas mientras sonaban algunas canciones y los meseros seguían arreglando los detalles y acomodando los regalos en una mesa especial.

Algunos ya estaban tomando una copa de vino y entrando en ambiente.

—toma esto, el vino es para debiles— Herrera le quitó su copa a Scaloni y le dió una caguama fría.

—pero que cervezota, si te la acabas?— Scaloni estaba muy sorprendido por el tamaño de esa bebida. —me tomo hasta dos, anda— el piojo tomó de la suya y el argentino de la otra. Era un gracioso choque cultural.

La fiesta era muy linda, la decoración en ese jardín era preciosa y las luces le daban un hermoso toque.

A las once de la noche se realizó el vals de los novios y cercanos.

—AHORA ES EL TURNO DE BAILAR CON LA NOVIA A UNA PERSONA ESPECIAL PARA ELLA, SU MEJOR AMIGO Y CONFIDENTE, MEMO OCHOA!!!!— Dijo el encargado del sonido, Guillermo se levantó para ir y bailar con su amiga.

—gracias por esto Guille— el sonrió y siguió bailando. —no es nada, mereces lo mejor mi querida amiga— la voz llamó a otra persona, Ochoa la abrazó y se fue a la mesa.

No podían quedarse tanto por el bebé así que se despidieron de todos y fueron a casa, había sido un dia lindo y agotador, la tranquilidad era lo más valioso que tenían ahora.

Amor en fase de gruposDonde viven las historias. Descúbrelo ahora