Not Strong Enough (Capitán América/Loki/Soldado de Invierno/Thor)

Capítulo 3: La azotea

-Steve's POV:

¿Qué me estaba pasando? No podía reaccionar. Al ver a aquella chica, mi corazón se había parado. Pero la seria mirada de Natasha me despertó de aquel trance.

-Yo seré quien le enseñe agilidad-comenzó Nat- pero quien la entrenará diariamente serás tu.

-Esta bien.- dije intentando recuperar la compostura y sonar tranquilo.

-Empezaréis mañana.-dijo Nick- pero me gustaría que le hicieses una prueba para ver que nivel tiene, cinco minutos, nada más.-concluyó.

Aquello me sorprendió, pero pareció sorprender más a la chica.

-De acuerdo. ¿Cuál es tu nombre?-le pregunté a la chica.

-Liv.-dijo tímidamente a lo que yo no pude evitar ruborizarme.

-Bueno, os dejamos solos.- dijo Nat con una sonrisa triunfante.

Ambos esperamos en silencio a que los dos desaparecieran del gimnasio. Cuando quedamos completamente solo ambos nos miramos dudosos, no sabíamos que decir.

-Yo soy Steve Rogers el-

-Capitán América.-dijo cortándome.- Sois muy famosos para no conoceros.-dijo con una media sonrisa a la que yo correspondí, poniendome aún más nervioso.

-Bueno Liv, ven por aquí.-le dije mientras me acerqué al saco de boxeo.

-¿Le golpeo?-me preguntó ella.

Solo asentí a la vez que me alejé para ver el golpe mejor. Liv parecía poner mucha fuerza en su golpe pero cuando lo vi... resultó ser una verdadera decepción. Ella me miró dudosa. Yo... no sabía como mirarla.

-Bueno, mejor mañana seguimos. Tendremos que entrenar fuerte.- dije intentando que no le sentara mal.

-Vale, ¿puedo irme ya?-dijo indiferente.

-Claro, ¿sabes por dónde se va?

Ella asintió y no tardó en girarse y luego irse. No sabía exactamente lo que acababa de pasar pero de lo que no tenía dudas era de que aquella chica me causaría problemas.

-Liv's POV:

Básicamente, había huido de aquella escena tan embarazosa. Aquel hombre me ponía muy nerviosa y cada vez que pensaba que tendría que entrenar con él todos los días, el corazón me latía a mil.

Tras un buen rato pensando en todas estas mis paranoias, me di cuenta de que en el pasillo donde estaba no me sonaba para nada. Maldita S.H.I.E.L.D. y todo su edificio. Empecé a divagar en si seguir perdiéndome o buscar ayuda. Opté por la segunda, pero ni con las indicaciones de las personas a las que pedí ayuda encontré mi apartamento.

Al final llegué al helipuerto del edificio. Me rendí y fui a asomarme a la barandilla. Todo se veía tan pequeño desde donde estaba... Metí mi mano en mi bolso y rebusqué hasta encontrar mi cajetilla de tabaco y mi mechero. Me encendí un cigarro y seguí observando el exterior.

Pero esta sensación no duró mucho ya que un portazo metálico llamó mi atención. Me giré para ver quien había entrado también en esta especie de azotea-helipuerto cuando me encontré con Steve.

-Vaya, parece que la nueva a encontrado mi sitio de relax.- dijo sonriente.-¿Me das uno?-dijo señalando a la cajetilla de cigarrillos que aún se encontraba fuera de mi bolso.