Not Strong Enough (Capitán América/Loki/Soldado de Invierno/Thor)

Capítulo 24: Asuntos incómodos

--Loki, tenemos que hablar.--le dije cuando estábamos sentados en el Helicarrier, de vuelta a Nueva York.

--Lo sé, te sientes culpable por lo que hicimos por que también te gusta mi hermano y el capitán.--dijo indiferente.

Y creo que también el Soldado de Invierno, pensé. No sabía como mirarlo. Sabía que me iba a ser difícil decírselo pero no pensaba que tanto.

--Liv, no tienes por que mirarme así. Estoy acostumbrado a que la gente me rechace. 

--Loki, a mi me gustas pero, no creo que sea  justo para ti que estando contigo mire a otras personas de... ese modo.--dije  cada vez incomodándome aún más.

--No te preocupes. Poco a poco, haré que solo puedas mirarme a mi de esa forma.--dijo, agarrando mi cabeza y depositando un beso en ella.

Aquello me tranquilizó aunque, en cuanto lo pensé mejor, me di cuenta de lo mucho que me avergonzaba. Loki en el fondo era un persona tan tierna y a la vez, en esta misión había conseguido profundizar tanto con él. Definitivamente, mis sentimientos por él habían crecido de una manera increíble.

Una vez en S.H.I.E.L.D....

Acababa de llegar a mi departamento. Me encontraba exhausta. El viaje me había servido para descansar físicamente pero, aún me quedaba ver a todos en la fiesta y lo más importante, preguntarle a Thor sobre aquella piedra anaranjada.

--Bien, esta vez te traje este vestido.--dijo Nat apareciendo con un precioso vestido azul marino.--Date prisa, la fiesta está por empezar.

--Siii mamá.--le contesté con ironía.

Y ahí estaba, una hora después, lista para la fiesta ya saliendo de la limusina. ¿Lo primero que me encontré? Steve. Me alegré tanto al verlo después de tanto tiempo. Nuestras miradas se juntaron. Junto con Nat nos acercamos a las puertas del edificio Stark. Nada más llegar a Steve, él me abrazó fuertemente.

--Gracias a Dios que estás bien.--susurró.

--Era una misión muy fácil, no me iba a pasar nada.-- le susurré en el mismo tono.

--Vamos, la fiesta ya ha empezado.--dijo Steve separándose y llevándonos a Nat y a mi hacia el interior del edificio.

Pude ver a Thor, se encontraba cerca de Steve, mirándome. Pero no le hablé, ¿porqué me costaría tanto preguntárselo?

Una vez allí la fiesta empezó bastante bien. Todos me estaban felicitando por mi primera misión. Incluso llegué a bailar con Bruce y Clint. Pero estaba allí por un motivo. Aún no podía dejar de pensar en la misteriosa piedra que Thor me había dado. Tenía que hablar con él.

Él era la única persona con la que no había hablado aún y con la que de momento más lo necesitaba. Entonces lo visualicé. Estaba en la barra, dándole un trago a su bebida y mirando hacia varios sitios. Pero entonces se dio cuenta de mi y me lanzó una sonrisa. Yo no pude responderle, solo acercarme.

--Liv, necesito hablar contigo.--dijo Steve, interrumpiendo mi camino.

--Ahora me viene un poco mal Steve, ¿te importa que hablemos más tarde?--le dije de la manera más dulce que pude.

--Es importante.--dijo atrayendo mi mirada.

Solo lo seguí. Steve me llevó a una de las terrazas para hablar a solas.

--¿De qué conoces al Soldado de Invierno?--dijo serio una vez allí.

--¿A qué te refieres?--pregunté confusa, más bien obviando el tema.

--¿Dónde lo has visto?--insistió.

--Steve, me atacó dos veces ¿recuerdas?--respondí esperando que no se notase la noche que lo vi en una de estas terrazas.

--Durante la misión, me preguntó por ti.--aclaró.

--Espera, ¿eres su amigo?--dije intentando cambiar de tema lo antes posible.

--Depende de tu respuesta.--dijo, con un notable enfado en su rostro.-- Liv, dime la verdad ¿tienes algo que ver con él fuera de los ataques?--dijo cogiéndome de entre los brazos.-- Liv por favor, responde.--pero no podía, aunque mi silencio ya lo hacía.

--¿Crees que eras el único que le gustabas, Steve? No solo yo, también están los dos asgardianos.--dijo la inconfundible figura del Soldado de Invierno.-- Te pregunté por ella, por que yo también la amo.--dijo cada vez más serio.