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Jay tomó otro sorbo de su taza de café fría mientras dejaba a un lado el libro que terminaba de reparar. Traer consigo su termo debió ser mejor idea, pero habia olvidado el forrado en el laboratorio y ese era el único que acostumbraba usar, así que se vio obligado a no llevarlo y la semi-abstinencia le ponía en su peor humor. 

— che kuerai. 

Al menos no había nada de movimiento ese día. Y con nada se refería a por supuesto, ningún mutante tratando de causar el fin del mundo o algo de esa magnitud. Después de la batalla contra los Kraang, casi nada había vuelto a ser considerado normal. La biblioteca había quedado casi sin daños graves internamente, aunque los golpes a la estructura debido a las ondas de choque causaron que, bueno, el caos fuera una mierda. Gran parte de las estanterías más pequeñas se vinieron abajo y cientos de libros acabaron en el suelo severamente dañados. Como si eso no fuera suficiente, ni un solo empleado humano había regresado a la biblioteca luego del desastre, y le tocaba a él arreglar todo lo que quedaba. La idea de trabajar ahí luego de terminada la preparatoria era una excelente idea al inicio para tener algo que hacer hasta entrar a la universidad, pero ahora luego de semanas de reorganizar totalmente por su cuenta el lugar y con la noticia de que las clases quedaban mas que suspendidas hasta nuevo aviso, no podía dejar de pensar en que querer encagarse él solo fue la idea menos inteligente que tuvo en su vida. 

    Podía verle el lado positivo, como Mikey hubiera dicho si hubiera estado ahí para escuchar su monólogo interno de pesimismo. La biblioteca nunca había sido un lugar muy concurrido antes del incidente, pero luego de este era prácticamente desierta, dejando el enorme edificio a total merced de los mutantes. Los chicos solían aparecer de vez en cuando; normalmente solo aprovechaban la anarquía para correr y gritar entre el desorden del inmenso lugar, hasta que Jay los espantaba porque interrumpían su trabajo o los amenazaba con ponerlos a ayudar. Nada aterraba más a Leo, Mikey y Raph que libros sin dibujos del tamaño de diccionarios y archivos de la época de la guerra fría, así que se esfumaban en un abrir y cerrar de ojos.  A veces extrañaba su compañía y los dejaba quedarse largo rato; encontraba confort en escucharlos hablar y reír de fondo. Como buen introvertido y lector asiduo, Jay disfrutaba estar solo la mayor parte del tiempo, pero luego de la invasión y todo... lo que habían pasado, estar solo ya no era relajante. Para ninguno de ellos.   

    Por su lado, sabía que siempre contaba con la única persona capaz de pasar doce horas entre libros y genuinamente disfrutarlo. Cuando vio a Donnie entrar caminando distraídamente por la entrada principal teléfono en mano, su mal humor de la tarde se disipó más rápido que el calor de su taza de café. 

— hey J, olvidaste tu termo en la guarida Y TIENES QUE VER ESTO, ESTABA REVISANDO MIS PROYECTOS SECUNDARIOS CUANDO-

— wowowowowow más despacio, che karai. — Jay se deslizó sobre su escritorio haciendo parkour por encima de las mesas más cercanas, alcanzando a Donnie cerca de la primera hilera de estantes. Le quitó el termo de las manos y al notar que lo que le trajo era café, le dio un beso corto en los labios antes de continuar el regaño. — no gritar en la biblioteca, y lo sabes.

— cierto. Lo siento. - no había nadie más en el inmenso lugar que ellos dos, pero a Jay le gustaba fingir ser bibliotecario y a Donnie le gustaba indulgirlo. — okay pero volviendo al punto, Adri.
— ¿volvió a hacer drama con Leo o-
— no, mira. - El genio residente tipeó unos comandos en su brazalete y un holograma de esquemas se proyectó entre ambos; análisis de varios tipos y fórmulas que Jay reconoció, pero no supo interpretar, así que volteó a mirar a Donnie esperando que continue.
—  He estado dándole vueltas al asunto desde que tu composición molecular no combina con la suya. Es similar en su mayoría, pero hay aspectos que-
— perdona, ¿mi? ¿para qué andabas comparando mi adn con el de Adri?
— motivaciones puramente científicas, por supuesto-
— vamos a tener una conversación sobre ética laboral más tarde. Pero continúa.

Donnie expandió los diagramas del panel, y Jay empezó a entender los datos.
— aquí, aquí y aquí. — con la seguridad de alguien que confía en el coeficiente de su audiencia, fue señalando los puntos mientras explicaba. — Ciertas partes del código genético pertenecen a más de dos progenitores, ese es una parte.
— pero eso no prueba nada, es posible biológicamente hablando.
— lo es, pero no con una concepción natural, si no con lo que ustedes llaman in vitro. Ahora, vinculado a ello, si rastreas e intentas reconstruir los códigos genéticos de sus múltiples padres...
— ...son todos genéticamente compatibles entre sí y combinados de modo a obtener un resultado estructuralmente perfecto. Espera, ¿como ustedes?
— algo así, aunque Draxum limitó su fuente de adn a solo un sujeto de prueba. PERO, lo siento, pero, hay algo más.
Cerradas varias de las gráficas y dejando unas pocas, Donnie abrió una en particular.
— parte de su adn no es humano en lo absoluto. Fue desintegrado en la cadena de modo a que no altere en lo absoluto la apariencia física de Adri y pase casi desapercibido,  pero está ahí y por supuesto que yo lo noté. No tiene similitudes con ni una sola especie existente en la tierra, pero la única muestra con la que mostró más semejanzas cercanas que realmente no quería probar pero me dije que no haría daño hacerlo para el registro, era...
Jay y Donnie intercambiaron miradas, y la misma palabra salió de los labios de ambos.

— yōkai

𝙿𝚛𝚒𝚖𝚊𝚍𝚘𝚗𝚊𝚜 𝙾𝚏 𝚃𝚑𝚎 𝙶𝚞𝚝𝚝𝚎𝚛 [DonatelloxOC] TMNTWhere stories live. Discover now