𝙿𝚛𝚒𝚖𝚊𝚍𝚘𝚗𝚊𝚜 𝙾𝚏 𝚃𝚑𝚎 𝙶𝚞𝚝𝚝𝚎𝚛 [DonatelloxOC] TMNT

your past, my future

     Lejos de la superficie, la luz del atardecer era apenas un tenue brillo filtrado por encima de sus cabezas. La temperatura apenas cambiaba, pero para Jay, los ritos siempre eran necesarios. Regresó de la cocina con su termo de mate bajo el brazo y la guampa en mano, y con paso calmado caminó a su lugar habitual, junto al espacio abierto que habían designado como su nueva pista de skate y lugar de entrenamiento. Era casi del mismo tamaño y forma del anterior, pero fue largo el proceso de acostumbra
rse. Aún ahora, años después, Jay sintió un pequeño dejo de añoranza, que no duró mucho antes de desvanecerse en el aire con las tenues volutas de humo surgiendo de su guampa. 

     Caminando junto a las paredes, vio a Casey Jr parado junto al borde, observando a los demás Hamato en acción. No estaban entrenando realmente; Mikey estaba practicando un truco nuevo con su skate, Leo le estaba dando órdenes desde la punta de la rampa con su teléfono en mano y  Donnie estaba probablemente aún en su laboratorio; Raph era el único que estaba haciendo flexiones en un rincón, lo suficientemente alejado de sus hermanos como para no acabar metido en sus líos. 

— hey, Casey. - no lo miró para hablarle, solo se paró junto a él, observando desde su punto de vista. 

— Sargento Bolkart- 

— woooow, mucha formalidad. - Jay le palmeó el hombro amistosamente. - soy sólo Jay en esta línea temporal, ¿recuerdas?

— cierto, cierto. Lo siento. 

— tranqui. 

Casey le esbozó una sonrisa nerviosa; Jay podía notar que aún no se acostumbraba a él. Natural, pensó; él no había estado con ellos durante el ajetreo de la invasión, ocupado en tratar de sobrevivir al caos de las calles con Adri mientras escuchaban la pelea principal desde los comunicadores. Un escalofrío involuntario le recorrió la espalda al recordar ese día, aún fresco en su memoria. Cebó otro mate para despejar su mente, y recordó que Casey seguía a su lado. Una duda cruzó su mente, y un impulso repentino le dio por soltar una pregunta que bajo muchas perspectivas, podía tacharse de impertinente. 

— entonces... ¿todos morimos, eh? 

 Tomó otro mate, como si hubiera comentado sobre el clima.
Casey parpadeó confundido.

— ¿cómo...?

— Leo necesitaba desahogarse. - Jay, acostumbrado a que su tono normal sea bastante alto, se obligó a bajar su voz, sin despegar la vista de su guampa. — me contó... cosas. la invasión, tú... lo que le dijiste en la torre del metro. Le caló, sabes. 

— lo siento, en serio lo siento, no quise pasarme así con el maestro Leonardo, sé que fue imprudente y no quería que se enterase de ese modo pero- — Casey empezó a hablar tan atropelladamente que Jay le puso la mano en el hombro para detenerlo. 

— hey, no es tu culpa. Hombre, con todo lo que pasaron... no es para nada extraño. Aparte.. bueno, no le digas, probablemente sería insensible de mi parte pero meh, me ha dicho cosas más directas, así nos llevamos... creo que lo necesitaba. - Jay levantó la vista por unos momentos, observando a Leo al otro lado. Había dejado de gritarle a Mikey y ahora solo lo observaba sentado en la punta de la rampa, balanceando tranquilamente sus piernas. - a veces hay que gritarle a la cara o no reacciona, me he odiado por hacerlo pero su cabeza no procesa cosas de otro modo en ciertos casos. 

Casey asintió, aún al parecer medio confundido. 

— es algo diferente de mi maestro, pero sigue siendo él... lo veo. El mismo líder. - Casey también miró a Leo, luego a Jay. El débil esbozo de una sonrisa se asomó a sus labios. - hablaba mucho de ti, aunque no tanto como el maestro Donatello.