wanna be yours

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— Leo, estamos demasiado cerca de la gente. Raph no tiene un buen presentimiento sobre esto. 

— relaaaaajate grandote. Estaremos bien, todos aquí están demasiado distraídos como para notarnos de todos modos y estamos al fondo, si pasa algo nos ponemos en modo ninja y nos saco de aquí. 

Rodeados de un gentío adolescente y vestidos con sus ropas normales intentando pasar lo mas inadvertidos posible, cuatro tortugas mutantes aguardaban impacientes el evento que los había llevado hasta allí, rezando que con un poco de suerte, nada realmente grave pase y puedan tener una noche normal para variar. Entre ellos, Donnie, que a pesar de mantener su habitual cara inexpresiva, no ocultaba su impaciencia

— Nardo, ya son las 18:37. - el genio levantó la vista de su teléfono y se dirigió a su gemelo, que se ocupaba en robar los refrigerios de una mesa cercana. - dijiste que la invitación decía las 18:30, ¿seguro que no leíste mal?

— seguro - Leo batalló por tragar primero y hablar después, sabiendo que si se ahogaba ahí mismo no tendría mucha chance de salvarse de la humillada . - son humanos, ya sabes como son, dicen una hora y probablemente empiecen bastaante después. No todos son maníacos de la puntualidad como tú, hermano. 

— deberían. ¿¡por qué pondrían un horario si no van a molestarse en seguirlo!?

— por la misma razón por la cual Raph pone reglas - contestó Mikey, sosteniendo una rebanada de pizza que robó de quién sabe donde en cada mano. 

— hey! 

 — ssssshhh, ¡chicos, chicos!

Todos voltearon a ver a Leo, y luego al escenario, donde una chica terminaba de hacer las presentaciones. 

 Mientras la chica al frente hablaba y hablaba, Donnie revisó su teléfono por la decimotercera vez desde que llegaron a la secundaria de April. La última conexión de Jay había sido hacía diez minutos; habían estado hablando bastante pero esa tarde no se habían visto aún. Jay le había dicho de su toque esa noche añadiendo que preste atención a la canción, más se había rehusado a contarle de que iba exactamente. Teniendo en cuenta que el pelirrojo era muy malo ocultando cosas y era raro que no se explicasen con lujo de detalles sus respectivos planes, era algo o realmente importante o realmente estúpido. Y él no era realmente partidario de las sorpresas, pero confiaba en Jay lo suficiente como para esperar y ver. 

El codazo que Leo le metió en las costillas lo hizo levantar la mirada del móvil; el espectáculo iba a comenzar. 

Las luces del escenario se atenuaron, cambiando a tonos rosados y azules. 

— ja, luces bisexuales - Donnie oyó a su hermano murmurar con una risita, pero no se molestó en voltear a verlo. 

Con esa seguridad autoimpuesta a la fuerza que siempre sacaba cuando se trataba de lidiar con público, Jay salió a escena, guitarra en mano y conectando los últimos detalles al equipo sobre la tarima. 

Llevaba una camisa negra de manga larga con los botones superiores descuidadamente desabotonados, pantalones de vestir negros y un cinto de hebilla que relucía con cada movimiento que hacía. Se veía... completamente diferente. No llevaba ningún accesorio salvo su eterna cadenilla militar; inluso su pelo lucía menos desaliñado de lo normal. Si exceptuabas los piercings en su oreja, casi podrías tomarlo por el alumno ejemplar que sus notas alegaban que era. No lucía como el Jay de siempre, y aún así el traje no lograba quitarle su esencia en lo absoluto; desde el fondo del salón, Donnie aún notaba su mirada maliciosa y su media sonrisa, embebida de ese caos tan peligroso y fascinante a la vez. 

𝙿𝚛𝚒𝚖𝚊𝚍𝚘𝚗𝚊𝚜 𝙾𝚏 𝚃𝚑𝚎 𝙶𝚞𝚝𝚝𝚎𝚛 [DonatelloxOC] TMNTWhere stories live. Discover now