a garden, but you got a balcony

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— no sabía que tenías los jardines de Babilonia en tu balcón, bro. Se ve cool.

— ...no hay forma de que sepas que es eso. -Jay le dedicó una mirada de incredulidad a su amigo, apoyado despreocupadamente en la escalera para incendios. Leo hizo un gesto vago con su mano, como si le restara importancia al hecho de que aparentara tener neuronas funcionales por un momento.

— Dee lo mencionó una vez cuando estaba hablando de su invernadero y creo que había una película de Lou Jitsu donde lo decían también. Era vieja, así que hay una chance. - El mutante observó a su alrededor con interés, mirando las macetas que cubrían gran parte del pequeño espacio. Había una docena de tonos de verde entre ellas, pero casi ninguna flor. La curiosidad le ganó, y se vio en la necesidad de preguntar.

— ¿no venden flores en los viveros o Dee no supo crearlas?

— meh, no me gustan tanto. - Era el turno de Jay de encojerse de hombros y parecer indiferente.- no le he pedido ayuda a Donnie, solo he ido... juntando.

— vamos, ¿en serio? no puede ser que no te guste ni una sola.

— uh, no sé.

Jay observó distraído el horizonte, buscando inútilmente alguna estrella en el cielo contaminado de Nueva York. Realmente no había pensando en si tenía una flor favorita, pero su mejor amigo no aceptaba un no sé como respuesta definitiva y él lo sabía.

— Jazmines, supongo. - dijo luego de un momento de pensar. -Había una planta en el jardín de mi casa cuando era niño, el olor me gustaba. Pero no las venden por aquí, creo. No he visto ninguna.

Leo rodó los ojos, fastidiado.

— esas no son flores normales, no cuentan. Parecen enredaderas, no puedes ponerlas en una maceta o un ramo. Tienes que decir algo genérico, como rosas o algo así.

— ¿y a ti quién te dijo que yo quiero un ramo? - Jay miró de reojo a su compañero y alzó una ceja, intrigado. - ¿como para qué o qué es la pregunta, Nardo?

— oh nada, solo curiosidad. -Leo le dedicó su habitual sonrisa maliciosa, y Jay supo al instante que algo traía entre manos. Pero de nuevo, era Leo. Lograría lo que quería quiera o no, preguntarle que demonios tramaba sería inútil.

Tiempo ya después de que se haya ido, Jay se dijo que intentaría averiguar de todos modos pero el correr de los días le hizo olvidar la pregunta, enterrada en lo absurdo de lo cotidiano.

[...]

Las primeras luces del amanecer se filtraban tenuemente por la ventana. La alarma empezó su repicar molesto, solo para ser callada segundos después; Jay odiaba dejarla sonar hasta que inicie la letra de la canción. Se levantó sin ganas y se vistió mientras trataba de recordar los pendientes del día, cuando su cerebro adormecido captó algo fuera de lo normal. Parado cerca de la puerta cerrada que daba al balcón, un aroma familiar golpeó su sistema, y despertó sus sentidos de golpe.

Un mensaje en su celular le sacó del momento, y de forma casi mecánica lo abrió para ver quien era la pobre alma escribiéndole a las seis de la mañana.

Era un mensaje de Donnie, diciéndo que salga al balcón.

una enredadera de jazmines cubría por completo la pared de su apartamento excepto por la puerta, en una simetría tan meticulosa que solo podría haber sido obra de una persona.

Parado en medio del balcón Jay ocultó su rostro entre sus manos, consciente de que su sonrojo en el momento rivalizaba el sol tenuenmente asomando sobre los edificios. Por supuesto que fue Donnie, el bastardo. Cumplían un año juntos ese día y no podía haberlo hecho de forma más extravagante.

— tenías razón, no las venden en nueva york. - Jay escuchó el familiar zumbido de la tecnología de Donnie detrás suyo; al levantar la vista lo vio aterrizar ceremoniosamente a su lado, admirando también el entramado verde y blanco frente a ellos. - afortunadamente para ti, la ciencia y la botánica son la especialidad de tu novio. De nada.

— tú...

— sí sí, ya sé que no te gustan estas cosas pero ¿germinar una planta no nativa del lugar enteramente en mi laboratorio? demasiado tentador. No tomó nada acelerar el proceso en la madrugada, de hecho-

— Donnie.

Él volteó a verlo, intercambiando miradas. Un gracias casi imperceptible salió de los labios de Jay antes de juntarse con los suyos, callando por un buen rato la sarcástica respuesta que seguro le seguiría.  

𝙿𝚛𝚒𝚖𝚊𝚍𝚘𝚗𝚊𝚜 𝙾𝚏 𝚃𝚑𝚎 𝙶𝚞𝚝𝚝𝚎𝚛 [DonatelloxOC] TMNTHikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin