CAPÍTULO 2.3

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Mikel y Unai estaban en la cima del mundo. Después de una emocionante victoria en los octavos de final de la Eurocopa, los dos amigos decidieron tomarse un día libre y hacer un picnic en el campo.

Mikel había traído algunos bocadillos y bebidas, mientras que Unai se encargó de llevar una manta para sentarse y disfrutar del hermoso paisaje.

La tarde era cálida y soleada, y los dos jugadores disfrutaban del momento, charlando sobre el partido y sus planes para el futuro. Después de un rato, Mikel se levantó y empezó a caminar hacia un pequeño arroyo que corría cerca.

Unai lo siguió, y juntos se sentaron en la orilla del arroyo, sumergiendo sus pies en el agua fresca.

-Esto es lo que necesitaba-dijo Mikel, mirando a su amigo con una sonrisa.-
-Un buen día en el campo, lejos de todo el estrés del fútbol-

Unai asintió, disfrutando del momento de tranquilidad. Pero luego, Mikel se volvió hacia él, con una expresión seria en su rostro.

-Quería hablar contigo sobre algo-, dijo Mikel, jugueteando nerviosamente con una piedra en el agua.-
-Sé que somos amigos, pero hay algo que he estado sintiendo por ti desde hace un tiempo-

Unai lo miró con curiosidad, sin saber adónde iba Mikel con todo esto.

-¿Qué es lo que sientes?-preguntó Unai, un poco confundido.

Mikel suspiró, antes de mirar hacia arriba, hacia el cielo azul brillante.

-Siento algo por ti, Unaidijo Mikel, finalmente.-
-Algo más que amistad. Y quería decírtelo, aunque sé que podría arruinar nuestra amistad-

Unai se quedó sin habla, sin saber qué decir. Había pasado tiempo desde que alguien le había hablado de esa manera, y no sabía cómo sentirse al respecto.

-Pero no tienes que sentir lo mismo- continuó Mikel, mirando a su amigo con tristeza-
-Sólo quería que lo supieras, para que no haya secretos entre nosotros-

Unai se tomó un momento para procesar todo lo que Mikel acababa de decir. Pero en su corazón, sabía que sentía lo mismo por él. Siempre había habido algo en su amistad que se sentía un poco más especial que la amistad común y corriente.

-Yo también siento algo por ti, Mikel-, dijo Unai, finalmente-
Pero tal vez deberíamos llevar las cosas con calma, al menos por ahora. No quiero que nadie más sepa sobre nosotros, al menos no hasta que sepamos cómo nos sentimos realmente-

Mikel asintió, comprendiendo lo que Unai estaba diciendo.

-Sí, tienes razón- dijo Mikel, sonriendo levemente.-
-Podemos tomarnos las cosas con calma, sin prisa. Lo importante es que lo sepamos nosotros, y que podamos seguir siendo amigos sin importar lo que pase-

Unai sonrió, aliviado de que Mikel lo entendiera.

-Exacto- dijo Unai-
-Lo importante es que seamos honestos el uno con el otro, y que sigamos disfrutando de nuestra amistad-

Los dos amigos se quedaron en silencio por un momento, mirando el arroyo y el cielo azul.

Fue un día perfecto- dijo Mikel, finalmente-
-Gracias por compartirlo conmigo, Unai-.

-Gracias a ti-, dijo Unai, sonriendo.
-No puedo pensar en un mejor amigo con quien compartir un día así-

Los dos se quedaron en el arroyo, disfrutando de la tranquilidad del campo y de la compañía del otro. Sabían que había mucho por delante, y que no sería fácil mantener su relación en secreto, pero estaban decididos a hacerlo funcionar.

Cuando llegó la noche se acostaron en la manta y miraron las estrellas. Había algo en la noche clara y en las estrellas brillantes que hacía que todo pareciera posible.

𝓱𝓸𝓶𝓸𝓯𝓸𝓫𝓲𝓪 || 𝓼𝓮𝓯𝓾𝓽𝓫𝓸𝓵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora