𝓱𝓸𝓶𝓸𝓯𝓸𝓫𝓲𝓪 || 𝓼𝓮𝓯𝓾𝓽𝓫𝓸𝓵

CAPITULO 2.4

Zubimendi se despertó temprano a la mañana con un mensaje de texto de Merino en su teléfono móvil. Lo miró adormilado mientras se frotaba los ojos, tratando de enfocar la pantalla.

"Pensaba que eras más inteligente, Martín", era lo que decía el mensaje.

Zubimendi frunció el ceño, confundido. ¿Qué quería decir Mikel con eso? ¿Qué había hecho él para merecer ese comentario?

Pero luego, se dio cuenta de que no importaba. Estaba demasiado enfadado con Mikel para preocuparse por lo que él pensaba de él.

No podía creer que le hubiera intentado mentir diciendo que Eric iba a jugar con sus sentimientos, cuando sabía que el estaba enamorado de Eric.
Estaba casi cien por cien seguro de que lo había hecho por celos después de que rechazara sus sentimientos.

Pero ahora, con el mensaje de texto de Mikel, Zubimendi se había enfafado aún más.

Martín decidió ignorar el mensaje y concentrarse en lo que realmente importaba: los cuartos de final de la Eurocopa. Tenía un entrenamiento programado esa mañana y no podía permitirse distraerse.

Se levantó de la cama, se duchó y se vistió con su uniforme de entrenamiento. Bajó al comedor del hotel donde estaba alojado el equipo y desayunó en silencio mientras leía las noticias deportivas en su teléfono.

Cuando llegó al campo de entrenamiento, los demás jugadores ya estaban allí. Zubimendi saludó a sus compañeros, pero no habló mucho. Todavía estaba molesto por lo que había sucedido con Mikel los dias anteriores.

Luis Enrique comenzó la sesión de entrenamiento. Había mucho trabajo por hacer antes del partido de cuartos de final contra Francia.

Zubimendi se concentró en el entrenamiento, tratando de bloquear las distracciones. Corrió, pasó y practicó tiros a puerta con intensidad.

Los dos jugadores continuaron entrenando juntos, pero había una tensión evidente entre ellos. Hablaban poco y evitaban mirarse directamente a los ojos.

En los días siguientes, Martín no pudo evitar darle vueltas a lo que Mikel le había dicho. Se volvió cada vez más inseguro y paranoico, y comenzó a alejarse de sus compañeros de equipo. Su rendimiento en el campo de juego también se vio afectado, y el entrenador comenzó a notar su actitud distante y preocupada.

Una noche, después de una cena particularmente tensa con el equipo, Martín decidió que necesitaba despejar su mente y encontrar una solución a su problema. Aprovechando que el hotel en el que se hospedaban estaba rodeado de preciosos jardines y senderos, decidió salir a dar un paseo para reflexionar sobre la situación.

El aire fresco y la tranquilidad del entorno comenzaron a hacer efecto en Martín, y poco a poco fue dejando atrás sus preocupaciones. Se preguntó por qué había permitido que los rumores y las palabras de Mikel afectaran tanto su vida y su desempeño en el campo. Recordó las enseñanzas de su primer entrenador, quien le había dicho que la fuerza mental era igual de importante que la habilidad física en el deporte.

Martín se dio cuenta de que, en realidad, no tenía pruebas sólidas de que Eric estuviera planeando traicionarlo. Además, si bien Mikel era su amigo, también era posible que estuviera equivocado o incluso que tuviera sus propias intenciones ocultas. Decidió que no permitiría que los pensamientos negativos y las dudas afectaran su rendimiento y su relación con sus compañeros de equipo.

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Era un día soleado y caluroso de verano, pero la tensión y la presión estaba empezando a pasar factura a los jugadores de la selección española, estabanba días de jugar la semifinal de la Eurocopa contra la selección francesas. Sabían que era un rival difícil, pero aún así confiaban en que podían ganarles y cada día todos ellos se esforzaban en dar lo mejor de ellos en cada entrenamiento.