- Capítulo 18 -

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Un beso diferente

Leonardo no volvió en toda la noche, a sus hermanos no les preocupaba mucho, pues a diferencia del conejo ellos lo conocían mejor, y sabían que solo salió a tomar aire fresco. Pero a Usagi, a Usagi sí le preocupaba. Tanto que se quedó dormido en una de las paredes de la entrada a la guardia. Tenían que hablar.

Los ojos del joven comenzaban a cerrarse, la verdad es que se quedó esperando ahí desde las ocho de la noche, preguntó y preguntó a los hermanos de la tortuga por su ubicación, recibiendo un "dale tiempo" de su parte. Lo cual lo impacientó demasiado, pero también trató de entender.

Desbloqueó su teléfono y buscó por última vez la conversación de Leo.

Usagi
Tu hermano menor trajo pizza de Hueso's para celebrar, Huesos también vino.., ¿dónde estás?
Visto a las 7:50 pm

Leuuuu
Salí un momento.

Visto a las 8:00 pm

Usagi
Te fuiste muy repentinamente...quería hablar contigo. Cuando vuelvas, hablemos ¿sí?
Visto a las 8:15 pm

Es importante.
Visto a las 8:20 pm

Leuuu en línea

Eran más de las once de la noche, ¿dónde diablos estaba? No soportó más el sueño y quedó dormido en la pared.

El andar de cierta tortuga se asomaba, entró con sigilo hasta que por poco pisa la mano de un cuerpo, con velocidad previno eso pero a su vez enfocó su atención en el rostro de este. Se quedó mirándolo por unos segundos, se hincó y siguió mirándolo detenidamente.

--- ¿Qué haces aquí? - susurró para sí mismo. "¿Me estuvo esperando?" Pensó, pero negó rápidamente sin creerlo. --- No puedo dejarte aquí, los chicos me matarían. - dijo sin una pisca de alegría, era más como si se sintiera obligado de llevarlo a su cuarto de huésped.

Con algo de desgana tomó al conejo en sus brazos con sumo cuidado para evitar despertarlo, acomodó su cabeza para que quedara en su pecho y lo llevó en silencio a su habitación. Leo era muy cuidadoso al momento de girar los pasillos para evitar golpear las patas de Yuichi. Media vez entró a la habitación, vio como el rostro del conejo fruncía, como si estuviera a punto de despertar. Con más rapidez lo dejó en la cama pero no más se giró sintió una mano tomar su muñeca.

Leo frunció los ojos, rendido. No logró evadirlo.

--- Leo, espera. - susurró acostado.

La poca luz que había entraban por la cortina que daba al cuarto. En un intento de irse, Leonardo comenzó a tirar suavemente y sin brusquedad su muñeca.

--- Espera, espera, por favor. --- tomó está vez con más fuerza su muñeca. --- Leo, de verdad necesitamos hablar. ¿Dónde estuviste? - se incorporó, con todo y sueño, pero sus ganas de aclarar las cosas con su amigo podían más.

--- Te lo dije, salí un momento.

--- Ok, ok, lo entiendo, pero...¿Por qué te fuiste tan repentinamente cuando desperté?, ¿Fue por algo que dije mientras estuve con amnesia..? Lo cierto es...que no recuerdo bien todo durante ese tiempo pero...tus hermanos ya me contaron todo y...no sabes como lo lamento...- Le estaba temblando la voz, más que todo porque Leonardo seguía dándole la espalda.

Adolescentes enamorados [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora