“Ve a jugar, ándale”
La pequeña fue con su amiga, Juana, y su papá, Charlie. Estaban jugando a ver quién podía saltar más alto. Mientras, él estaba agendando la próxima cita, en la que le iban a decir si lo que tenía era grave o no.
Entonces pasó.
Era el piso más bajo. Las puertas de cristal. Y vio cómo su pequeña perdió el equilibrio, cayendo hacia atrás. Juana se rió, mientras que Charlie se acercó a ella para ayudarla. Un auto estaba pasando rápido, a pesar de ser un estacionamiento. Miraba de reojo. Miró en el peor momento.
El auto pasó sobre su niñita.
Fue el peor momento de su vida.
Corrió hasta el lugar del accidente.
Charlie pedía perdón mientras le tapaba los ojos a Juana. Perdón por no cuidarla. Perdón por no hacer nada.
Pero no escuchaba.
No podía.
Ese día algo de su corazón murió con ella.
Horribles pesadillas. Se levantó de golpe. Vio la hora en el reloj.
2:24 a.m.
Cuánto la extrañaba.
Cubrió sus ojos con sus manos. Las lágrimas salieron tarde o temprano. Aún dolía.
Tomó su peluche de patito y, como un niño pequeño, caminó hasta el cuarto de Wilbur, esperando que él lo recibiera.
Abrió la puerta. Wilbur se despertó por el sonido.
"¿Quacks?¿Qué pasó?"
Quackity negó con la cabeza mientras abrazaba su peluche de patito.
"¿Quieres venir conmigo?"
Quackity asintió, algo dudoso y lentamente. Wilbur le sonrió. Le hizo un espacio en la cama. Quackity se fue a acostar con él lo más rápido que pudo. Los brazos de Wilbur envolvieron su cintura.
"¿Me cuentas qué soñaste?"
Las lágrimas de Quackity mojaban su playera.
"Ella…ella…ya no está…y es mi culpa, yo no la cuidé y…"
"Quackity"
Vio directo a los ojos de Wilbur.
"No es tu culpa"
No podía verlo a los ojos. Justo entonces se dio cuenta de eso.
"Aún así…se siente mal, ¿Sabes? Yo no estuve ahí para cuidarla y ahora…"
"No es tu culpa, Quackity"
Lo abrazó más cerca. El patito aún estaba en los brazos de Quackity.
"El peluche, ¿Quieres que lo ponga en otro lado?"
Quackity negó con la cabeza.
"Está bien"
Escuchaba sus sollozos. Le dolía.
Le dolía que a Quackity le doliera.
Le dolía no poder haber hecho nada.
…
Tallulah se despertó. En cuanto se levantó de la cama se dio cuenta.
"¡Tengo que ir a la escuela!"
Se levantó y corrió al cuarto de Wilbur. Lo empezó a sacudir, sin molestar a Quackity.
"¡Papi!¡Escuela!"
