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NamJoon estaba aburrido.

Una vez que la puerta se cerró y se encontró solo en el gran departamento, miró a su al rededor, buscando algo con que entretenerse.

No quería ver televisión porque aveces confundía la realidad con la ficción y se emocionaba de más, a tal grado que llegaba a romperlas. No entendía como es que SeokJin era tan paciente con él, por más travesuras que hiciera. Aunque NamJoon no sabía que SeokJin realmente no era paciente, sino todo lo contrario y al momento de llegar en su vida tuvo que aprender a manejar las situaciones y a tenerle paciencia y perseverancia.

El chico pelinegro agradecía todo lo que SeokJin hacia por él. Admiraba a SeokJin por su talento en la cocina o por su buen gusto de moda, lo quería porque era dulce y lo trataba bien, y lo adoraba por esa gran sonrisa que le brindaba a cada instante. NamJoon sentía su corazoncito latir contra su pecho cada vez que este le sonreía.

Pobre NamJoon, por un momento creyó que iba a morir cada que Jin le llegaba a sonreir y su corazón se llegaba a acelerar, pero afortunadamente no fue así, aprendió a vivir con esos fuertes latidos de su corazón y hasta deseó que se quedaran para siempre.

Es por eso que quería hacer algo especial para su persona favorita, algo que plasme lo bien que se siente cada que está cerca de él o lo especial que era para él.

Pero desafortunadamente no sabía que, no tenía nada a su alcance más que sus colores y sus pinturas para colorear su libro de dibujos-...

¡Dibujo, color, expresar emociones!

¡Lo tenía!

Corrió hacia la mesa, donde Jin le dijo que se encontraba su libro y ahí encontró las pinturas y los colores que llegaría a ocupar para dar ilustración a su obra maestra. Las tomó y con rapidez se aproximó hacia una pared blanca y limpia que se encontraba en la sala, la cual sería un excelente lienzo.

Y después, se puso manos a la obra...

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-¡Vayamos a Florencia! Verás que es una ciudad muy hermosa.

-Ya te dije que no, no al menos en invierno, tal vez en temporadas de calor.

-Pero si tú odias el sol.

-Sí, pero el turismo es más agradable.-Alzó sus hombros y su primo entorno sus ojos ante los peros de su primo por ir a Italia.

Las puertas del elevador se abrieron y fue entonces que comenzaron a caminar en dirección al departamento, sino hubiera sido porque casi chocan con un Eunwoo muy desesperado.

-Y-yo lo sient-¿SeokJin? ¿Q-qué haces aquí?-Había pasado al costado del castaño después de haber pedido disculpas, pero se detuvo abruptamente al darse cuenta que casi tumba al dueño de sus pensamientos.

-Amh, aquí vivo.-Apuntó a su departamento, extrañado por la pregunta.

-Oh, sí, que idiota, perdón.-Se regaño así mismo, para luego dirigir su mirada a Jin hasta parar en la caja que traía en sus manos.-Oh, compraron pastel.

-Sí, pero ni creas que te vamos a dar.-Chanyeol le sacó la lengua al igual que un niño chiquito y SeokJin lo fulminó con la mirada, buscando que dejara de pelear con su vecino.

-Chanyeol me compró este pastel, pero es mío, así que estás cordialmente invitado.

-Ah, no me gustaría causar molestias.-Eunwoo negó, pero realmente se moría por ganas de aceptar y poder darle en la noche todo lo que había preparado de imprevisto.

ஓMY SWEET CAVERNICOLEஓ [KNJ & KSJ]Où les histoires vivent. Découvrez maintenant