Karmaland Next Gen: Little adventure.

¿Qué es un beso?

Edad de los chicos:
Spreen 5 años.
Carre 5 años.
Robleis 5 años.
Roier 4 años.

Spreen no sabía porque la gente se daba besos.
Para él eso era asqueroso.
¡Estabas compartiendo saliva con alguien que no sabías si se comía aún los mocos o no!

Pero cada que sus padres se besaban podía notar algo diferente.
Había unas risitas nerviosas y el como las mejillas se ponían rojitas era raro.

¿Se sentía bien?

¿Por qué les gustaba hacerlo?

Era compartir gérmenes.

Y si bien él tuvo su temporada de comer crayones, era diferente a estar poniendo los labios en alguien.

O es que así estaba su pensamiento hasta que Carre le comento que según lo que sus padres le habían enseñado, el besar era un acto de amor, una forma de mostrar lo que sentías sin necesidad de palabras.
¿En serio podía mostrar sus sentimientos con eso?
¿Así de fácil?
¿No tenía que decir boberías?
Ouh.

Duró días pensando en ello, llegando al punto que cada que veía a sus padres distraídos les daba pequeños besos en las mejillas, se quedaba a ver las reacciones y luego salía corriendo cuando su madre se ponía sentimental queriendo abrazarle como si fuera un bebé.
¡Ya tenía 5 años!
Ya ni usaba pañal.
Aunque a veces si lo extrañaba porque no le gustaba tener que dejar de jugar para ir al baño.

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Al llegar al parque pudo ver a Roier jugando con arena, el castaño siempre le decía lo mucho que lo quería y no era de extrañar que siempre se estuvieran abrazando y luego tuvieran al menor llorando por no querer dejar a su ozito.
¿Sería diferente darle un beso a él?
No eran familia así que quizás cambiaba el significado.

Se fue acercando sin hacer ruido, si no le gustaba el beso bien podía salir corriendo y fingir que nada paso o quedarse ahí abrazándolo hasta que sus padres se acercarán con la intención de tomarles fotos.

- Rosher...- dijo su nombre muy bajito y en esa rara forma de pronunciación suya.
Solo quería llamar su atención, jamás pensó que el chico se giraría justo cuando le daria un beso en la mejilla, lo cual cambio todo y terminó siendo un beso en la labios.

Su primer beso.

Ambos se quedaron viendo fijamente, siendo Roier quien tenía una gran sonrisa con mejillas sonrojadas y Spreen sintiendo que el corazón podía salirse por la boca.

No era su plan.
Ni siquiera había pensando en dar ese tipo de besos.
¡Que esos eran besos de adulto!
¿Eso lo convertía en un adulto?

¡Que era muy complicado para él!

- Te quiero Spiin.

El sonrojo en su rostro era tan grande que parecía un tomate, solo pudo tomar la mano de Roier y sonreír mientras miraba hacia otro lado.

- También te quiero.