Karmaland Next Gen: Little adventure.

Acicalar

Aunque ya era bien sabido que los híbridos al ser bebés no tenían un total control de sus transformaciones, seguían existiendo situaciones extrañas que podían causar confusión en algunas personas.
Más con aquellas que no eran parte de su forma de vida.

Siendo Quackity, Fargan y Rubius los que más destacaban por sus rasgos tan marcados y de ahí, parecía que solo uno tendría que enseñarle a su hijo como lidier con esa genética ya que tuvo la suerte de heredarla.

Los demás solo se quedaban con una mini versión de sus esposos.

Lo que no tenía a Quackity muy contento.

(...)

Vegetta y Rubius habían organizado una pequeña cena en celebración de una misión bien realizada.
Algo íntimo, con sus amigos más cercanos.
Donde aprovecharían para estar tranquilos en su tiempo libre mientras el pueblo siguiera en calma.
Dejando a todos los niños jugando en el salón de juegos que habían preparado especialmente para Spreen.

Estaban bastante al pendiente de ellos, no porque el lugar fuera seguro significaba que debían confiarse.

Se turnaban para cuidarlos hasta que un grito los hizo correr a todos.

El alma solo les volvió a cuerpo al ver que había causado eso.

Un pequeño osito negro estaba lamiendo la cara de Carre, quien no se veía tal cual molesto, solo se quedaba quieto dejando que siguiera.
Mientras quien realmente estaba con un berrinche era Roier.

- ¡Spiin! - intentaba jalarle de su babero pero no podía. Estaba chiquito.- Yo tamien quiero.

Inflo sus mejillas mientras observaba a Carre ser acicalado como un gatito.

- ¿Tu hijo se quiere comer al mío?- preguntó Lolito confundido.

- Lo está limpiando o mostrando su cariño. Suelo hacer eso con Spreen cuando ambos estamos como ositos.- contesto tranquilamente Rubius mientras tomaba a su bebé en brazos.

- ¿Eres parte gato?-

Aguantó las ganas de reír.
Pero entendía el porque decía eso.
Siempre se adjudicaba que los gatos eran los que mayormente hacían eso con sus crías, siendo que varios animales también tenían esa costumbre.

Quería seguir contestando sus dudas pero pronto Spreen comenzó a llorar entre sus brazos.
No le había gustado ser apartado de su amigo.

El rubio suspiro dejándolo nuevamente en el suelo, ahora siendo turno de Robleis de ser acicalado.

- Dime que esto es más higiénico de lo que parece o tendré que bañarle otra vez.- Alexby dijo en voz baja mientras Fargan aprovechaba en tomar algunas fotos.
Era demasiado tierno.

Robleis y Carre estaban confundidos, ¿Acaso Spreen era un gatito?
¿O es que los osos son de la familia de los gatos?

Mientras que Roier comenzó a reír feliz cuando ya fue su turno.
Se sentía chistosa la lengua de Spreen.
Además que hasta los tomaba con cuidado del rostro cuando los "peinaba" aunque realmente solo parecía estar haciendo un desastre en el cabello.

- Mi bebé ya está creciendo.- lloró Vegetta siendo consolado por su esposo.
Seguía sintiendo que cada día que pasaba, su ozito bebé empezaba a crecer tan rápido que no le daba tiempo de asimilarlo.
Ahora lo veía queriendo cuidar a los demás siendo tan solo un bebé y luego quien sabe, podría estar ayudándolo a arreglarse para el día de su boda.

Denle unos minutos que está sensible.

- Pa- susurró Spreen levantando los brazos, querían que le cargarán.
Ya les había dado cariño a sus amigos y era hora de hacerlo con sus padres.

Claro que estos actuaron rápido y dejaron que se acurrucara mientras se chupaba el dedo.
Parecía ya estar cansado.

Eso de limpiarlos a todos era un arduo trabajo.

Siendo seguido por los otros 3, donde tuvieron que hacer maniobras extrañas para también cargar al pequeño castaño que quería colarse en el abrazo, porque Roier se negaba a dejarse vencer por el sueño si no tenía a Spreen a un lado.

Todos acurrucados en una cuna mientras ellos seguían charlando un poco.

Tenían que disfrutar lo más que pudieran esta etapa antes de ver a sus hijos crecer y hacer sus vidas.

Imágenes de Spreen osito siendo acicalado por su mami Rubén 🐻

Y aún de grande se deja.