Notas Cruzadas.

Capítulo 14

Emily.

"LAS FOTOS DE EMILY Y BETTY EN LA FIESTA DEL AÑO NUEVO CHINO QUE REVENTÓ LAS REDES"

"FANS DE BETTY SE ENFRENTAN EN REDES SOCIALES CON LOS FANS DE LA ACTRIZ ANGELA DOUGÉS"

"LA FIESTA EN LA PISCINA EN DONDE SE VIO MÁS JUNTA QUE NUNCA A EMILY Y ANGELA DICHO POR FUENTES CERCANAS"

Si me morí, quiero que sepan que conocí el paraíso.

Sinceramente no esperaba que Betty aceptara, lo dije como casi haciendo una apuesta en una ruleta rusa en donde era más probable que resultara mal, pero terminó bien. Sé que parecía patética aceptando migajas cuando podía estar con una persona que era capaz de corresponder mis sentimientos, una persona dispuesta a amarme y que no tuviera este miedo que notaba en Betty, pero ella resultó ser la persona que quería. Además, la situación me parecía mínimamente conveniente, podía disfrutarla, aunque sea un poco y si veía que esto me estaba afectando demasiado, podía cortar nuestro lazo sin mayores preocupaciones, era buena haciéndolo y que fuera con Betty era casi como un plus.

Pero no quería pensar en eso ahora, sobre todo cuando ella estaba sobre mí besándome. Las manos de Betty eran cálidas y algo torpes cuando se trataba de intentar quitarme la ropa, ella podía ser linda también en la cama. Sus manos parecían ser tímidas a diferencia de lo que su cuerpo trataba de reflejar, ella tocaba mi abdomen, pero sabía que no se atrevía a subir demasiado su mano, ni bajarla, pensé que quizás así se sentía ser la primera vez de alguien.

—Puedes tocar lo que quieras, Betty. —Murmuré sobre sus labios, pese a tenerla en esta posición en mi cama, las cosas eran lentas y la verdad lo disfrutaba de esta manera. Miré sus ojos conectando nuestras miradas. —Puedes tocarme como quieras. —Sentí su mano subir con cuidado hasta llegar a mi cuello y sujetarlo para acercarme más a ella.

Nuestra ropa ya no estaba y cuando posé mis manos en su cintura podía tocar su piel desnuda, se sentía cálido cada parte del cuerpo de Betty, me encantaba su cuerpo, me encantaba el tono bronceado que esta tenía, me gustaba su cintura y poder posar mis manos ahí, me gustaba el lunar que tenía en la zona de su corazón, me gustaban sus piernas y muslos, me gustaba cada parte de ella. Lamentaba no poder decírselo como me gustaría hacerlo, pero ciertamente apreciaba cada segundo que ella me permitía observar su cuerpo. Estar con Betty seguramente es el momento en donde más cerca puedo estar de conocer el paraíso.

Pude haber cambiado la posición en la que estábamos, pero quería probar un poco los gustos de Betty, creo saber más o menos lo que podía gustarle. Ella besaba mi cuello cuando posé mi mano en su entrepierna, fue un simple roce cuando ella mordió mi cuello evitando gemir, amaba escuchar ese maldito sonido. Creo que se había vuelto mi sonido favorito, pero era un sonido que poco a poco quería solo para mí. Mis dedos tocaron su clítoris y su espalda se arqueo, con mi mano disponible pude tomar su cuerpo, quería estar cerca de ella.

—Maldición, Emily. —Ella soltó otro gemido. —Un poco más rápido. —Obedecí sin dudarlo. —Te odio. —Me sorprendí por su comentario. —Odio que seas tan buena en esto. —Contuve una risa, no quería matar el momento.

—Entonces haré que me odies más que nunca esta noche.

Sus caderas empezaron a moverse y podría jurar que no había vivido nada más excitante que estar con Betty. La forma en cómo se movía, en cómo gemía y en cómo se aferraba a mi cuerpo era suficiente para mí.

Contra mi voluntad, decidí cambiar los lugares, mi mano ya empezaba a estar incomoda y podía ver la piel de Betty un poco más brillante por el sudor, así que con cuidado me giré para dejar su espalda sobre el colchón. Así era mucho más cómodo y me permitía moverme más rápido, parecía que esta era la forma en que a ella le gustaba. Sus manos se posaron en mi espalda, y no pude siquiera darme cuenta de que ella estaba a punto de llegar hasta que sentí sus uñas clavarse en mi piel. No quería utilizar el nombre de Dios en esta situación, pero era la gloria.