Notas Cruzadas.

Capítulo 40

Emily.

—¿Me seguirías queriendo si me voy a la cárcel? —Sam me miró con asco. —Ya decía yo que no me querías de verdad.

—No irás a la cárcel, el juicio está ganado. —Dijo arreglando una vez más mi camisa, estábamos fuera de la corte esperando que Matt llegase. —Tienes suerte de tener a un buen abogado para cubrir tu mierda impulsiva, no te viene el naranja.

—Pero saldría genial en mi foto de detención.

—La policía no tiene Photoshop.

—No necesito Photoshop para mostrarle al mundo lo hermosa que soy. —Él apretó el ultimo botón de la camisa casi asfixiándome. ¿Por qué la gente que quiero intenta matarme constantemente?, estoy mal de la cabeza.

—Los chicos deben estar por llegar, deberíamos ir dentro antes de que la prensa llegue y nos aplaste.

—No tenían por qué venir, es solo un trámite y ya.

—No teníamos, pero aquí estamos, imbécil. —Elle me sonrió antes de empezar a caminar dentro, le seguí rápidamente. —¿Has hablado con Betty?

—Si, me envió un video en la mañana dándome ánimos y recordándome que no podía golpear a su ex, es tan linda. ¿Quieres verlo? —Iba a sacar mi celular cuando me respondió.

—No quiero ver su tonto amor, hablas de ella todo el tiempo. Sólo espero que ya termine su gira, estás como Ashiko esperando a su dueño.

—La envidia se te nota a kilómetros, deberías buscar a alguien de quién enamorarte. No puedo siempre escribir sobre mis traumas o de Betty, tampoco quiero que la gente sepa que me enamoré de una hetero. Eso es poco rockstar.

—¿Ahora quieres jugar a ser cupido?

—Sólo me preocupa que seas el solterón del grupo.

—Jack tampoco sale con nadie.

—¿Y por qué no salen ustedes dos?

—¿Te recuerdo que Jack es heterosexual?

—Cierto, pero detalles.

—No te preocupes por mí, no está en mi mente salir con alguien ahora mismo. —Cuando llegamos a las afueras de la sala en donde sería la sesión con el juez tomé sus hombros para verle directamente.

—¿Ahora te gustan las chicas y no me lo quieres decir por miedo a decepcionarme? —Sam quitó mis manos de encima y soltó una pequeña risa.

—Eres muy tonta, Mimi. En serio, está todo bien, pero quiero enfocarme en mi y en mi terapia.

—Oh, bien. —Me apoyé en la pared a su lado y miré a través de los grandes ventanales la ciudad, los días de verano se acercaban. —¿Crees que debería casarme con Betty?

—Te dije que no puedes venir drogada a la corte, pueden pedirte un examen toxicológico aquí mismo.

—No digo ahora, Sam. —Dije rápidamente. —Lo digo a futuro, nunca me han dicho mucho sobre qué opinan sobre ella más que algunas bromas. Digo, sé que están bien con mi relación pues si no, me lo dirían y me valdría una mierda, pero no me han dicho más.

—Luego de lo que acabas de decir, ¿te importa lo que diga sobre tu pregunta?

—Sabes que en el fondo siempre me importara lo que ustedes opinen.

—Bueno. —Elle soltó un suspiro. —Al principio no aprobaba demasiado que anduvieras a la siga de una hetero, menos de Betty, pero creo que ella ha demostrado muchas veces que es no la misma persona que creímos que era. Es una persona que además ha sido un aporte en tu vida, mientras eso siga siendo así, me da igual si hasta el papa las casa. Pero la verdad es que lo que más me sorprende de tu pregunta es que lo consideres, pensé que no eras pro-matrimonio, ¿no qué muy arcaico?