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Taehyung sabía que no debía correr con un bebé en brazos, pero, en su propia defensa, no estaba corriendo. Sólo... iba a paso acelerado.

Le gritó al bus para que se detuviera, teniendo suerte, y le agradeció al conductor una vez subió al vehículo, aunque trató de ignorar la mirada grosera que le dirigió. Muchas personas solían mirarlo de esa forma, así que ya se había acostumbrado. A medio mundo le parecía muy horrible que un omega de su edad ya tuviera un cachorrillo en sus brazos.

Taehyung se abrió paso por el angosto pasillo del bus, sentándose en un asiento vacío, y dejó caer a un lado el bolso cargado con sus cuadernos y cosas que Kookoo podía necesitar, llamándole la atención a su pequeño bebé de más de un año.

Jungkook hizo sonar su chupete, el ruidito haciendo que Taehyung sonriera. Lo llevaba cargado en ese canguro negro, que sus amigos le regalaron unos meses atrás y era de gran ayuda cuando debía salir con el bebé, o tenía casos de emergencia como ese.

Liberó un par de feromonas suaves para Jungkook, que chupó el juguete con más fuerza, contento, y Taehyung acarició su cabello mientras observaba por la ventana, reconociendo el camino hacia la universidad.

Con diecinueve años, Taehyung estaba viviendo su primer año universitario gracias a ser un padre -o madre- soltero, que quedó preñado cuando sólo tenía diecisiete años de edad, en su último año de preparatoria. Un accidente, cómo calificó tantas veces, pero del que tuvo que hacerse cargo sin ayuda alguna, porque el padre de Jungkook desapareció apenas se enteró de eso. Taehyung se atrasó con sus estudios debido a dicha situación, logrando terminarlos sólo el año pasado, pero estaba satisfecho por cómo iba avanzando. Era muy complicado, considerando que debía cuidar de un bebé pequeño, trabajar y estudiar al mismo tiempo, aunque eso no iba a impedir que lograra conseguir sus sueños.

Taehyung quería sacar su título de profesor de pre-escolar, ¡siempre le llamó la atención eso! Sobre todo, cuando Kookoo nació.

Suspiró con algo de cansancio, viendo la hora y percatándose que iba bien para su primera clase de ese día. Por lo común, Jungkook era cuidado por su niñera, una beta llamada Sohyun pero la chica le llamó una hora antes para decirle que no podría ir porque su papá tuvo un accidente, así que estaba en el hospital con él. Taehyung se vio muy complicado por eso, no era de llevar a su bebé a la universidad, ya que muchas veces podía quedarse más tiempo de lo que previó y no quería que su cachorrito la pasara mal allí.

En medio de toda esa urgencia, pensó en llamar a alguno de sus amigos para que lo cubriera, pero luego llegó a la conclusión de que, quizás, no sería necesario. Ese día, para su propia fortuna, tenía sólo dos clases, y ambas eran en la mañana, sólo debía llevar un cambio de ropa para Kook en caso de emergencia, sus pañales, algún que otro juguete con el que entretenerlo y su papilla.

Llegó unos minutos después al campus universitario, bajándose con su bebito, acomodado en su canguro, y caminó hacia la Facultad de Educación, ignorando las miradas que varios estudiantes y profesores le dirigieron.

Que imbéciles.

Aunque, de pronto, un pensamiento inseguro apareció: ¿y qué tal si el profesor no querría un bebé allí metido? ¿Qué tal si le decía que debía irse de la clase? Taehyung lo haría, por supuesto, pero tratando de no lucir humillado por tan vergonzosa situación.

Sus nervios aumentaron cuando se dio cuenta de que esa clase era con el profesor Min, que les impartía Neurociencia y Estimulación Infantil. Era muy estricto en todo, desde el hecho de comer en el salón hasta llegar tarde, además de ser escrupuloso con sus informes y exámenes. Era una de las materias más difíciles de la carrera, les dijeron cuando entraron.

Way back home › YoontaeWhere stories live. Discover now