O8

543 88 6
                                    

Para calmar las cosas un poco en la universidad, Yoongi y Taehyung llegaron al acuerdo de disimular esa relación frente a otros. En público, decidieron, se iban a comportar sólo como profesor-estudiante, y cuando Taehyung pasara el curso, entonces podrían iniciar alguna relación oficial.

Eso significó que Taehyung decidiera no llevar a Jungkook a las clases de Yoongi, no si lo podía evitar. El omega sabía que el cachorrito querría ser atendido por el alfa, ya se encariñó bastante con él, y no quería que sus compañeros miraran con mala cara a su bebé por eso.

Sólo debía aguantar un par de meses, Taehyung inició el segundo semestre hace poco, recién estaban a inicios de octubre, y en febrero terminaría su primer año universitario. No era tanto.

Sin embargo, eso no significaba que ellos dejaron de verse. Yoongi comenzó a visitarle por las tardes, pasando tiempo con los dos. Jungkook no podía estar más feliz con eso, teniendo a alguien más con quien jugar. A veces, Taehyung los veía desde la cocina americana, cocinando la cena y observándolos en el suelo. Su bebé gateaba y Yoongi estaba arrodillado, viéndose un poco gracioso con la camisa arremangada y su traje, jugando con el pequeño. No podía evitar sonreír, sintiéndose como si ellos fueran ya una familia.

Además, el alfa estaba ayudando a Jungkook a aprender a caminar. A veces, lo tomaba por las axilas y lo ponía de pie, manteniéndolo así frente a él, hablándole siempre con una sonrisa dulce.

Una tarde de viernes, mientras veían una película acurrucados en el sillón, con Jungkook pintando en su cuadernito de dibujos, Yoongi llamó su atención.

Taehyung se enderezó, parpadeando para enfocar su vista en el alfa. En ese instante, sintió muchos deseos de inclinarse y darle un beso al mayor, pero a último minuto se arrepintió. Qué vergüenza.

—La próxima semana es el cumpleaños de Hobi —dijo Yoongi—, y me ha preguntado si Kookoo puede ir.

El omega pensó en el pequeño niño de cinco años, que vio una semana atrás. Se lo encontraron en un parque, junto a su padre, y Hoseokie no dudó en ir a jugar con Jungkook en el arenal. Ambos terminaron con granitos de arena en el cabello.

—¿No crees que Jungkook es muy pequeño para él? —preguntó, preocupado—. Si van más niños...

—No te preocupes, no irá nadie más —le dijo Yoongi—. Es decir, Hobi sólo invitará a su vecino, un chico llamado Taemin. Namjoon sabe que muchos niños pequeños en una casa serán un desastre.

—Oh, eso suena mejor —se rió Taehyung, abrazándolo—. Vas a ir tú igual, ¿cierto?

Yoongi le acarició el cabello al omega, sonriendo con relajo. Miró brevemente si Jungkook no los estaba mirando, los últimos días el pequeño bebé estaba actuando muy celoso con la atención de Taehyung. Pareció darse cuenta ahora que iba a tener que compartir a su mamá con Yoongi, y eso no le estaba agradando demasiado.

—Claro que sí, iremos como pareja —le dijo Yoongi, agarrándole la mano al chico.

Taehyung soltó una nueva risa, emocionado y feliz. Sin embargo, ese sonido pareció ser suficiente para romper la concentración del bebé, que dejó el lápiz a un lado y levantó la vista.

—Mami —barboteó—, mami, mami...

Jungkook gateó hacia la pierna de Taehyung, abrazándola y sin dejar de llamar al omega. Yoongi rodó los ojos, pero vio con atención cuando el pequeño comenzó a tirar del pantalón de Taehyung.

—No lo levantes, déjalo —le dijo, deteniendo el amago del menor para tomar en brazos a su hijo.

—¿Ah? Pero... — Taehyung bajó la vista, viendo a su bebé tratando de tomar impulso para ponerse de pie.

Way back home › YoontaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora