O6

590 106 16
                                    

Yoongi había impregnado a Jungkook en su aroma, otra vez, y el bebé parecían encantado con eso.

―Huele demasiado a ese alfa ―comentó Seokjin, observando al bebé jugando en el suelo, junto a Jimin.

―Casi como si fuera su hijo ―agregó Jimin, y Taehyung lo miró con mala cara.

―¡Babububa! ―gritó Jungkook, agarrando el peluche de conejo y golpeándolo varias veces contra el suelo con una sonrisa de felicidad.

Taehyung solamente suspiró, sacudiendo su cabeza con algo de pesar. Era lunes y acordó juntarse con sus amigos en su pequeño departamento para ponerse al día, y por supuesto, el tema de Yoongi no pudo ser evitado.

El omega no tuvo más remedio que contarles acerca de esa cita de "amigos" que tuvo con Yoongi y en donde el alfa le habló del interés que tenía en él. Luego de esas palabras, Yoongi pareció entender que Taehyung necesitaba un tiempo para poder pensar bien en lo que le dijo, y cambió de tema, comenzando incluso a jugar con el pequeño bebé. Jungkook estaba más que feliz con esa atención.

Y cuando se separaron... Yoongi solamente le dio un beso en la mejilla, dejándolo también a él un poco impregnado en su olor, y Taehyung quería que la tierra se lo tragara por la vergüenza. No podía entender cómo su omega se alteraba tanto con un simple beso, en especial porque Taehyung prometió nunca más comportarse como un omega tonto y enamoradizo. Él no iba a cometer el mismo error dos veces.

―¿Creen que sea bueno? ―preguntó de pronto, llamando la atención de Seokjin y Jimin―. ¿Esto? ¿No debería detener los avances de Yoongi?

―Depende ―dijo Seokjin, tan elegante como siempre―. ¿Te gusta o no?

―No lo sé ―admitió Taehyung―. Es decir... es un hombre guapo. Muy guapo.

―No tanto como yo ―replicó Jin.

―Puede que más guapo que tú ―le soltó Jimin.

―Cuando salíamos, decías que yo era el hombre más guapo del universo ―contradijo Jin.

―Mentí.

―¡No estamos hablando de su fallida relación! ―regañó Taehyung, enfurruñado, y sus amigos sonrieron con inocencia.

Cuando tenían dieciséis años, Jimin y Seokjin intentaron una tonta relación que se basaba más en el sexo y pasarla bien. Fue fugaz y corta, pero muy intensa para los chicos, que decidieron acabar en buenos términos antes de que su amistad pudiera decaer. Taehyung estuvo muy preocupado al inicio de que eso pudiera afectar su relación con ellos, pero los dos fueron muy maduros para que no ocurriera, aunque a veces lanzaran ese tipo de bromas juguetonas.

Además, se sumaba el hecho de que Seokjin ya tenía una prometida, Solbin, una bonita omega que era adorable con todo el mundo.

―Tienes razón ―afirmó Tae, volviendo a mirarlo, y tomó en brazos a Jungkook para sentarlo en sus piernas. El bebé hizo vibrar sus labios antes de llevarse el pobre peluche maltratado a la boca―, ¿te gusta o no?

Taehyung decidió pensarlo antes de volver a contestarles.

No había mentido cuando les dijo que Yoongi era guapo. Al menos, para Taehyung, tenía un atractivo magnético que provocaba que sus piernas temblaran. A todo ese se le sumaba que era muy inteligente, hablando siempre con esa voz ronca y grave, que volvía loco a su omega. Y... y parecía muy encantado con Jungkook, lo que era también muy importante.

Sin embargo, Taehyung...

―Me gusta mucho ―les admitió, y Jin comenzó a silbarle―, pero eso no quita que sea mi profesor. Y mayor. ¿Y si quiere aprovecharse?

Way back home › YoontaeWhere stories live. Discover now