O15

299 61 4
                                    

Taehyung llevó a Dahye a una cafetería cercana, sin querer que sus compañeros, por casualidad, escucharan algo. Lo que menos deseaba era que pasaran a descubrir cualquier cosa, no cuando quedaba tan poco para que el año académico se terminara.

Llamó con rapidez a Sohyun para preguntarle si podía quedarse un ratito más con Jungkook, y al escuchar su afirmación, pidió un jugo para beber. Dahye, frente a él, no tenía cara amigable.

—Creo que Yoongi fue lo suficientemente claro contigo —dijo Taehyung, incapaz de contener un poco más el silencio. Dahye no dejaba de observarlo—. Él y yo estamos juntos, ¿acaso no es evidente? Él ya no quiere nada contigo.

No le importaba si sonaba cruel o malo, porque Dahye estaba en busca de problemas y Taehyung no se dejaría amedrentar por ella. ¿Qué era lo que pretendía yendo allá?

—Yoongi siempre ha sido indeciso en varios aspectos —replicó Dahye, y le miró despectivamente—. ¿Y no te parece raro a ti que un alfa maduro y adulto esté con un chiquillo como tú? De seguro sólo quiere una cosa de ti.

Taehyung lo pensó varias veces al inicio, pero ahora, no dejaría que ese pensamiento le comiera la cabeza. Llevaba saliendo con Yoongi cerca de cuatro meses, además, tomó el rol de padre de Jungkook sin complicarse mucho, y demostró en varias ocasiones que no quería sólo acostarse con él. Por dios, ellos hacían varias cosas que no incluía penetración, y jamás insistió para llegar más lejos. Es más, Yoongi siempre era el que le detenía para no hacer otras cosas. Taehyung era un cachondo de primera.

Vale, pero no debía pensar en eso ahora, ¡estaba en algo serio!

—¿Ese es tu argumento? —le preguntó Taehyung, impasible. Dahye hizo un mohín—. Yoongi y yo llevamos bastante tiempo juntos, ¿y sabes qué? Jamás te nombró —alzó su barbilla—. Él ya no te quiere y deberías dejar de insistir en estar con él, porque Yoongi es feliz conmigo.

—Lo que él y yo tuvimos fue mucho más serio de lo que tiene contigo —Dahye parecía enojada a ese punto, probablemente molesta por todo lo que Taehyung le estaba diciendo.

—¿Un matrimonio arreglado? —bufó Taehyung, desdeñoso—. ¿Desde cuándo eso puede ser más serio? Además, terminaron hace... ¿hace cuánto? ¿Siete años? Por favor, supéralo —sonrió con un poquito de burla—, él ya lo superó.

Taehyung estaba un poco sorprendido por la actitud que tenía, pues jamás actuó de esa forma. Al inicio, pensó que sería tímido y torpe, tratando de hablar con calma, pero parecía que su omega no estaba de acuerdo. Santo cielo, su omega estaba muy enfurecido con esa chica e iba a proteger lo que era suyo.

Yoongi era suyo, no de ella.

Casi podía gruñir en señal de defensa.

—Pensé que, tal vez, serías alguien más maduro —masculló Dahye, sin parecer amedrentada por sus comentarios—, pero ahora, mirándote, sólo confirmo que Yoongi debe ver en ti una zorra barata.

Su mano tembló cuando sintió la tentación de lanzarle el jugo al escuchar esa ofensa, entrando en cólera por lo que ella le estaba diciendo. Era como recordar todos esos insultos en el colegio, cuando se enteraron de que estaba embarazado. Fue mucho más morboso para todos, porque Taehyung siempre tuvo un bajo perfil y destacaba sólo en las calificaciones. Qué divertido tuvo que ser para ellos que el santo, inocente y amable Taehyungie hubiera quedado en cinta de un alfa desconocido.

Sin embargo, se controló a tiempo para no hacer una locura. No estaría bien reaccionar así, no en público, al menos.

—Y, aun así —le gruñó—, esta zorra barata es su novio, y no tú —le miró con disgusto—. ¿Eso sería todo, entonces? Tengo cosas más importantes qué hacer.

Way back home › YoontaeWo Geschichten leben. Entdecke jetzt